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De vacaciones en la residencia de verano de Hitler y Eva Braun

El nuevo hotel de la cadena InterContinental en Berchtesgaden, al sur de Alemania, es un lujoso establecimiento de cinco estrellas con 138 habitaciones exquisitamente decoradas (a partir de 270 euros por noche y hasta 1.300 euros en la suite-dúplex). Tiene balneario, club de golf cercano y una de las vistas más increíbles de los Alpes. Todo perfecto para unas idílicas vacaciones en la montaña si no fuera por un detalle que está provocando un intenso debate en Alemania. El hotel se asienta prácticamente sobre lo que fue la residencia de verano de Adolf Hitler, conocida como Berghof. A poca distancia construyeron también sus casas de vacaciones destacados líderes nazis como Hermann Goering.

¿Es lícito disfrutar de un lujoso hotel en el mismo lugar donde Hitler y sus generales discutían sobre la 'solución final'?, se preguntan intelectuales y medios de comunicación alemanes. El nuevo InterContinental Berchtesgaden abrirá sus puertas en marzo de 2005 bajo el peso de esta polémica y de las críticas, pero sus responsables no creen que ello afecte a la afluencia de clientes. La agencia Wilde & Partner, responsable de las relaciones públicas de InterContinental en Alemania, dijo a este periódico que el nivel de reservas del establecimiento 'está dentro de nuestras expectativas' y de lo que suele ser normal en la apertura de un nuevo hotel. 'No esperamos que la presencia de líderes nazis en la zona entre 1937 y 1945 influya', señalaron.

La residencia de verano de Hitler y de su amante Eva Braun fue bombardeada en 1945 por las tropas británicas, y poco después, el Ejército estadounidense construyó en su lugar un lugar de descanso para sus soldados.

El Gobierno de Baviera decidió promover el turismo de lujo en la zona porque comenzaba a convertirse en lugar de peregrinación para neonazis

En los noventa, el Gobierno del Estado federado de Baviera, dueño de los terrenos, decidió promover el turismo de lujo en la zona, que comenzaba a convertirse en lugar de peregrinación para neonazis. Una filial del banco Bayerisches Landesbank, de titularidad pública, ha financiado el proyecto.

La polémica comenzó ya tras la colocación de la primera piedra del edificio en 2001 y, consciente de ello, la cadena hotelera ha cuidado hasta el último detalle. Se ha evitado el típico estilo arquitectónico alpino que podría recordar al periodo nazi y se ha optado por un edificio aséptico de piedra y cristal. Sólo la enorme cristalera con vistas a los Alpes es semejante a la que tenía Hitler. Según InterContinental, la decoración de las habitaciones se ha basado en el trabajo del pintor Otto Mueller, perseguido por el régimen nazi.

La prensa alemana afirma que el director del hotel, Joerg Boeckeler, ha sido incluso advertido de que las duchas fijas a la pared podrían recordar las falsas alcachofas de ducha de las cámaras de gas de Auschwitz. El hotel colabora además con el cercano centro de documentación histórica de Obersalzberg, promoviendo esta institución y organizando visitas guiadas para los clientes.

La superación del pasado nazi es un tema aún difícil en Alemania, incluso entre las generaciones más jóvenes. Hace pocos meses, el estreno de la película alemana El hundimiento, sobre los últimos días del régimen nazi, generó una gran polémica. El filme, dirigido por Oliver Hirschbiegel, muestra a un Hitler cruel y obsesionado con la victoria, pero también capaz de ser cariñoso con sus allegados, con su secretaria o con su perro. ¿Se puede representar a Hitler como un ser humano?, se preguntaron los alemanes. La película no tiene fecha de estreno en España, pero su director espera que llegue a las pantallas españolas este año.

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