Lo pequeño es bello
Esta expresión es la que se puede aplicar, sin lugar a ninguna duda, a las acciones de pequeñas compañías si nos atenemos a su comportamiento en los últimos años, en especial tras el comienzo del estallido de la burbuja bursátil vivido a comienzos del año 2000. El rendimiento medio obtenido por los valores small cap, según su terminología anglosajona, ha superado de manera muy considerable al de los grandes valores, conocidos como blue chips, los cuales se caracterizan por marcar el devenir de los principales índices de mercado que más están en boca de todos como el Euro Stoxx, el S&P 500, el Nikkei o el Ibex. Estos índices, formados por las principales compañías de cada país medidas por su valor en Bolsa, y que suelen coincidir en ser las más importantes también por volumen de negocio y beneficios, representan el comportamiento principal de los mercados.
Sin embargo, las principales Bolsas también disfrutan de una importante sección formada por valores de pequeñas y medianas compañías con volúmenes de negociación nada despreciables y capitalizaciones bursátiles considerables. En el argot bursátil español es bastante común referirse a estos valores como chicharros, pero este término, algo despectivo si se quiere, no debería ocultar que bastantes de las compañías detrás de este tipo de acciones tienen negocios sólidos; son líderes en determinados subsectores o nichos de mercado, disfrutan de claras ventajas competitivas y, lo que es más importante, en muchas ocasiones producen crecimientos de ventas y beneficios de manera ininterrumpida. Esto es sin duda mejor que lo que ofrecen algunas de las entidades pertenecientes a los principales índices de mercado arriba señalados.
Esta tendencia de superior comportamiento por parte de las small caps se viene produciendo de manera especialmente significativa en los últimos cuatro o cinco años. La explicación más generalizada es que la burbuja bursátil benefició a las tecnológicas, por supuesto, pero también a los valores de mayor tamaño gracias a su mayor visibilidad. Esto supuso que las pequeñas compañías no tecnológicas quedaran un poco en el olvido, por lo que sus valoraciones, con el inicio de la caída de las Bolsas, quedaron muy atractivas comparadas a los grandes valores. Las rentabilidades mostradas en el cuadro central para los índices de las principales categorías Lipper de Renta Variable de Pequeñas Compañías son excelentes y superan en bastantes puntos a los de las categorías generales.
El caso español es especialmente revelador, y si tenemos en cuenta los índices bursátiles Ibex y el MID50, formado por pequeñas y medianas compañías, observamos que mientras el primero se deja un 20,67% en los últimos cinco años el segundo se revaloriza un 57,59%.
La tendencia se ha seguido manteniendo en 2004, pero el último par de meses de subidas generalizadas en los mercados, se han estrechado ligeramente estos diferenciales y han surgido las dudas de si el final de la época dorada de las small cap está cerca. La mayoría de los analistas siguen viendo recorrido y retornos superiores para las acciones de las más pequeñas. Si volvemos al caso español y analizamos algunos de los ratios fundamentales más utilizados a la hora de valorar y predecir el comportamiento de un mercado, se observa que tanto el PER (Precio/Beneficio por acción), el Precio/Valor Contable, Precio/Flujo de Caja o la rentabilidad por dividendo medios del índice MID50 siguen siendo más favorables que los del Ibex. Situaciones similares se encuentran al comparar los norteamericanos S&P 500 con el Russell 2000 o los japoneses Nikkei con el Topix Small. Obviamente esto no significa necesariamente que las acciones de pequeñas compañías vayan a seguir batiendo en sus retornos a los de las grandes, pero es una indicación de que este ciclo puede no estar terminado todavía.
Las opciones de comprar fondos de renta variable española que se concentran en pequeñas compañías no es todo lo amplia que podríamos esperar y que sería deseable. Según la base de datos de Lipper las opciones se limitan a poco más de cinco fondos. Incluso algunos de los más destacados y conocidos como pueden ser los fondos de Bestinver Gestión, Bestinfond y Bestinver Bolsa, son realmente más fondos de tipo 'valor' y cuya estrategia es buscar valores infravalorados con buenas perspectivas mediante un sólido análisis fundamental. Ha sucedido que sus gestores los han encontrado en los últimos años en medianos y pequeños valores pero en un futuro esto podría cambiar y empezar a colocar el dinero en algunos de los grandes blue chips.
Así, vemos como en la última cartera disponible del Bestinver Bolsa valores del Ibex como Repsol, Iberdrola o Endesa. Entre estas pocas opciones disponibles en fondos de Bolsa española de pequeñas compañías que mencionábamos la más destacada es el Barclays Small Caps España. Este es un fondo que esta proporcionando una retorno del 23% en los doce últimos meses y que concentra sus inversiones en valores pequeños y medianos. Su rentabilidad a tres años es un muy destacada (49,44%) y contrasta con la media de la categoría Lipper Renta Variable España que se queda en un 10,86%.
Análisis Aversión al riesgo de invertir
El inversor español es el más conservador entre los principales países europeos. Esto es especialmente verdad si miramos al mercado de fondos de inversión donde el porcentaje en fondos de renta variable no llega al 9% sobre el total. Esto nos sitúa muy lejos incluso de los otros mercados más conservadores como son el francés y el italiano, donde los fondos de Bolsa suponen alrededor del 20%.Los fondos de renta variable española alcanzan poco más de 7000 millones de euros o un 3,3% del total, cifra también claramente modesta.