Todo listo para el asalto del aceite de oliva a Estados Unidos
El aceite de oliva puede ya venderse en Estados Unidos bajo el reclamo de que previene enfermedades como las coronarias, una licencia publicitaria autorizada por la agencia americana de seguridad alimentaria (FDA) que el sector español no puede todavía permitirse en la UE. El espaldarazo americano a la gran apuesta de la industria de asociar aceite y salud ha disparado las expectativas de las aceiteras españolas, que ya afilan sus estrategias para ganar posiciones en este mercado dominado por los italianos en casi un 70%. Lo admite así Juan Vicente Gómez Moya, director de Asoliva, una agrupación de 59 empresas que acumula el 75% de la exportación nacional de aceite de oliva a EE UU, un total de 29.000 toneladas en 2003 que colocan a España en segunda posición en ventas. Este club viene recortando el control italiano con un crecimiento acumulado en EE UU del 44% desde 2001.
Para Gómez Moya, el potencial americano de consumo es muy alto, con sólo un litro per cápita frente a, por ejemplo, los 13 litros anuales de España. La FDA ayudará a elevar esta tasa al hacer suya la tesis del lobby aceitero y avalar las pruebas científicas que demuestran los beneficios de la grasa monoinsaturada que contiene el aceite de oliva. Y lo que es todavía mejor para el sector: las autoridades norteamericanas han reclamado también que este producto del que España es primer productor mundial sustituya en la dieta a sus rivales de mercado, las grasas animales saturadas, en una proporción de dos cucharadas grandes al día.
La noticia es también un revulsivo para las cooperativas productoras de aceite de oliva, concentradas en Andalucía, cuya avanzadilla intenta relegar la venta a granel y superar su histórico retraso en el valor añadido que aporta el envasado y comercialización. Según Antonio Luque, responsable del sector dentro de las cooperativas agrarias españolas y presidente de Hojiblanca, se trata de un gran acicate para su colectivo, que apenas vende con marca unas 7.000 toneladas en EE UU. Su empresa, la malagueña Hojiblanca, el primer productor mundial de aceite de oliva virgen, se había aliado con Antonio Banderas para desembarcar en Norteamérica, unos planes que, según Luque, se verán acelerados ahora gracias a la declaración del aceite como producto cardiosaludable.
Empresas como Sos Cuétara y Hojiblanca acelerarán sus planes de expansión para competir por el liderazgo en el mercado estadounidense
Es también el caso de Sos Cuétara, que considera la noticia 'el definitivo impulso' para fomentar el consumo de aceite de oliva en el estratégico mercado de Estados Unidos y consolidar su marca Carbonell, según indica la empresa. Sos espera alcanzar una cuota del 10% en cuatro años, hasta situarse como segunda marca por detrás de la italiana Bertolli. Ahora, según fuentes del sector, ocupa la segunda posición la marca Pompella de la cordobesa Moreno. Le siguen en el ranking otras dos españolas: la catalana Borges y la cooperativa de Jaén Fedeoliva.
Para Andalucía, primer productor y futura sede de un centro internacional de investigación sobre aceite y salud impulsado por la Junta en Jaén, la decisión estadounidense es un aval para su política, según explica el consejero andaluz de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña.