El dólar y el BCE
Hoy se reúne el Consejo de Gobierno del BCE. Una reunión en la que estimamos que mantendrá los tipos oficiales en el 2%. La cuestión no está en la cita de hoy, sino en estimar cuándo comenzará el BCE su ciclo alcista de tipos. En esta reunión Jean-Claude Trichet cumple su primer aniversario como presidente, y los datos económicos que se han conocido en el último mes no son un regalo muy agradable para su efeméride.
Las exportaciones, que han contribuido a la recuperación del crecimiento en el primer semestre, han dejado de crecer en los últimos meses y su aportación al crecimiento del área se irá reduciendo de manera gradual en los próximos trimestres. Por el lado de la demanda interna, el consumo privado sigue sin dar síntomas de recuperación, con un mercado de trabajo que ha finalizado su proceso de destrucción de empleo, pero que no genera nuevos empleos que puedan favorecer el aumento del consumo. En este escenario, estimamos que el año que viene la eurozona crecerá un 1,9%, nivel similar al previsto para 2004.
Con respecto a la inflación, el precio del crudo ha vuelto a alcanzar máximos el pasado mes, y a pesar de la fuerte caída de los últimos días, nadie apuesta por una corrección a la baja a corto y medio plazo. La pasada semana, el dato de IPCA preliminar aumentó hasta el 2,5% en octubre. Aún no se ha publicado el dato desagregado por componentes, pero todo indica a un fuerte aumento de los precios energéticos, y a que los precios de los alimentos habrán dejado de compensar el efecto de los precios del crudo, como ha venido sucediendo durante los últimos tres meses.
Por lo tanto, el BCE se enfrenta a una economía que se recupera con lentitud, con la inflación por encima de su objetivo del 2% y con la incertidumbre de cuál será el impacto de la subida de los precios del crudo sobre los precios de la eurozona. Además en el último mes, la apreciación del euro, contra el dólar, introduce mayor complejidad al análisis. Después de haber mantenido un rango muy estable desde febrero, en octubre el euro ha roto la barrera del 1,25 contra el dólar, y ha alcanzado un máximo de 1,28. La apreciación del euro reduce la competitividad de las exportaciones extracomunitarias de los países miembros y Alemania e Italia serían los más perjudicados. Pero por el lado de la inflación, la apreciación permite que compremos el petróleo más barato, ayudando al BCE en su objetivo de estabilidad de precios.
Después de las elecciones americanas del martes, en las que George Bush fue reelegido, los republicanos han aumentado su ventaja, con una alta tasa de participación, lo cual legitima su política de los últimos cuatro años, y su programa electoral.
Cuando Bush vuelva a entrar al despacho oval se encontrará un montón de informes, entre ellos alguno de su consejo de asesores económicos advirtiéndole de los riesgos que supone los niveles de déficit público, y exterior, que ha alcanzado la economía estadounidense, pero después de los resultados nada apunta a que su prioridad sea corregir estos desequilibrios. Retrasar la corrección de los desequilibrios no favorece al dólar, y por lo tanto prevemos que el euro se mantenga por encima de 1,20, contra el dólar, hasta el segundo semestre de 2005. La fuerte apreciación de octubre ha provocado una presión a la baja sobre los tipos europeos, y en especial en el tramo corto de la curva de tipos.
Como consecuencia de todo esto, los inversores han decidido retrasar sus expectativas sobre el comienzo del ciclo alcista de tipos en la eurozona, hasta el segundo trimestre de 2005, y estiman que los tipos oficiales finalizarán 2005 en el 2,5%. En Intermoney pensamos que la primera subida será en el primer trimestre, pero coincidimos en que las subidas serán muy graduales a lo largo del próximo año.
La decisión de hoy del BCE no tendrá mucha trascendencia, pero la interpretación de Trichet sobre la subida de la inflación en octubre, sobre la evolución de los precios del crudo y su impacto sobre el crecimiento y la inflación de la eurozona, y sobre la evolución de la moneda única, serán las claves de la reunión de hoy. No es muy coherente, pero estamos más preocupados los europeos por los déficit estadounidenses que los americanos, a tenor del resultado de las elecciones de ayer.