Los inversores llevan a Disney al juez por un contrato a un amigo de Eisner
En 1995 Michael Eisner, presidente de Disney, contrató a un amigo, Michael Ovitz. Lo despidió al poco tiempo con un pago de 140 millones de dólares. Ayer empezó un juicio instado por los inversores de Disney para recuperar el dinero.
La demanda por el pago de indemnización de Ovitz se interpuso en 1997 en Delaware, donde tiene su sede social Disney. En esta actuación judicial se acusa al consejo de la empresa de no ejercer su labor legal de supervisión y permitir una contratación tan onerosa para la empresa. Los inversores alegaban entonces que Eisner contrató a Ovitz, un respetado representante de actores en Hollywood admirado en Wall Street, y se ocupó del acuerdo antes de que el consejo pudiera dar su opinión.
El objetivo de los inversores al ir contra el consejo y contra Ovitz es que se devuelva el dinero a la tesorería de una empresa que en el último trimestre tuvo unos beneficios de 640 millones de dólares. Para estos inversores la contratación y despido de Ovitz es una pérdida de recursos de la empresa.
La acusación argumenta que Eisner despidió a este ejecutivo justificadamente por no estar a la altura de su puesto lo que le obligaría a devolver el dinero. A pesar de que varios documentos hechos público desde entonces apoyan esta versión y muestran la frustración de Eisner con Ovitz, éste directivo ha señalado que él no hizo nada malo y que fue despedido sin motivo por lo que tiene todo derecho a conservar el dinero de la indemnización previsto en su contrato.
El caso, que se sustancia ante un juez, sin jurado, en la pequeña localidad de Georgetown, está previsto que dure cuatro semanas. En este tiempo testificarán por parte de la acusación varios expertos en retribuciones. Ayer la primera de los testigos, la experta en derecho corporativo de la Universidad de Duke, Deborah DeMott, confirmó ante el juez la opinión de los demandantes de que el consejo había fallado en su deber fiduciario de revisar apropiadamente el nombramiento de Ovitz.
La defensa llevará al estrado a varios consejeros de Disney, entre ellos el actor Sidney Poitier y el presidente del consejo, el ex senador George Mitchell. También Eisner testificará, curiosamente al lado de su ex directivo.
El juicio, largamente esperado, es un revés más para Eisner. El presidente de Disney ha sido repetidamente contestado por sus accionistas y dos ex consejeros, entre ellos Roy Disney, el sobrino del fundador Walt Disney, que le acusan entre otras cosas de personalismo en la gestión y de tener al consejo a su merced. De la última junta de accionistas Eisner salió mal parado al recibir la censura de un elevado porcentaje de los accionistas algo que motivó que dejara su puesto como presidente del consejo. Para muchos de lo accionistas y para Roy Disney no fue suficiente, como tampoco lo ha sido que Eisner se haya comprometido a no renovar su contrato como consejero delegado cuando este venza en 2006.
Los críticos con este ejecutivo quieren que deje el puesto cuanto antes y les parece una burla este compromiso. Además, este juicio ha despertado el interés de los expertos en gobierno corporativo y de las aseguradoras que cubren la responsabilidad del consejo y pueden terminar pagando una buena parte de la cantidad demandada.