Para todos los públicos
El horario infantil se establece, a diario, hasta las diez de la noche. A partir de esta hora se supone que los niños deben estar en la cama. Sin embargo, las cifras aportadas por Sofres y conocidas por todas las partes, incluido el Gobierno, dejan claro que son muchos los que ven la tele pasada esa hora. Por ejemplo, el programa más visto en la semana del 1 al 11 de octubre por los niños fue Los Simpsons, en la emisión del domingo de las diez de la noche (487.000 niños). Curiosamente más que en la emisión diaria de las 15.30 horas.
Sin embargo, la contestación de Valcarcel y de las televisiones es la misma. 'Corresponde a los padres que los niños no vean tele a esas horas'.
De los dieciocho programas más vistos por los niños en esa semana, diez empezaban o terminaban fuera del horario infantil. En otras semanas, incluso aumenta esa proporción.
Algunos programas que se emiten a partir de las diez suelen ser seguidos por muchos niños con más interés que sus padres. Es frecuente que en los colegios se comenten sus capítulos tanto o más que los de las series consideradas infantiles. Según fuentes del sector, se busca que determinados programas familiares se den en horario adulto porque el rating sobre publicidad que cobran las cadenas pueden doblar el rating de horario infantil. El 90% del presupuesto para programas se dedica al prime time.
El Gobierno pretende que las televisiones, públicas y privadas, firmen un protocolo de autorregulación para asegurar que los contenidos de los programas que se emitan en horario infantil y juvenil sean aptos para estas edades, según declaraciones a Cinco Días de Amparo Valcarce, secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Familia y Discapacitados. Por horario infantil se entenderá de lunes a viernes antes de las 9.00 horas de la mañana y desde las 15.00 horas hasta las 22.00 y los sábados y domingos. Aunque sin fecha, el Gobierno querría tener firmado el protocolo a principios de 2005.
El martes 26, los máximos responsables de las televisiones de ámbito nacional están convocados a una reunión en La Moncloa con la vicepresidente María Teresa Fernández de la Vega para tratar este asunto. El presidente de Gobierno lanzaba un aviso a navegantes en una entrevista concedida a El País: 'Si las televisiones no regulan sus contenidos, el Gobierno actuará'.
Las cadenas prefieren lógicamente la autorregulación a la regulación impuesta. Desde Antena 3 se remiten a las recientes declaraciones de Mauricio Carlotti, consejero delegado de la cadena, en la que se mostraba partidario del control interno y de un supuesto Consejo Audiovisual. Aunque desde la cadena insisten en que 'se deben dar unas normas muy concretas para establecer las reglas de juego'. Desde Tele 5 aclaran que hace dos semanas remitieron a los medios de comunicación una nota en la que declaraban haber abierto un debate interno para estudiar una autorregulación.
Por su parte, Jorge del Corral, secretario de Uteca, asociación de las cadenas privadas, declara que ya hay una autorregulación aprobada este verano en la que se establece cómo tratar la imagen de los niños, pero no entra en el contenido. Según Del Corral, si el Gobierno entra a regular lo que se puede o no dar en los programas 'se estará cerca de la censura'.
Sin embargo, el Gobierno sí quiere hablar de contenidos. Valcarce matiza que, al menos desde su Secretaría de Estado, no quieren la regulación, sino la autorregulación mediante la firma del protocolo de intenciones y 'no pretende controlar los contenidos'. La voluntad del Ejecutivo es, en primer lugar, que se controlen los programas actuales en el horario infantil. Su preocupación está en materias como educación sexual, hábitos saludables, prevención de drogas o alcohol, etc. Pero la intención de Valcarce va un paso más allá. En un segundo estadio, desean que las televisiones emitan en este horario programas educativos y formativos. 'Incluso con contenidos curriculares como idiomas, informática, historia o de transmisión de valores como urbanidad en el tráfico, contra el racismo o la violencia o en favor de la igualdad y la tolerancia' declara Valcarce.
Entretener ante todo
Jorge Gabarró, presidente de SelectaVisión, la productora de programas como Kombai&Co que emite Tele 5, considera muy necesario el debate sobre los contenidos de los programas infantiles y juveniles. Sin embargo, insiste en que el principio básico de la televisión es entretener. Aunque reconoce que sí educa, considera que la responsabilidad de educar a los niños es sobre todo 'de padres y escuela'. Además, declara que los niños buscan que se les trate como a adultos: 'No se puede distanciar la televisión de la realidad. Hay que dar valores y conductas reales, bien tratadas, pero los niños no quieren que se les cuente tonterías', dice.
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Programas fuera del horario infantil
El horario infantil se establece, a diario, hasta las diez de la noche. A partir de esta hora se supone que los niños deben estar en la cama. Sin embargo, las cifras aportadas por Sofres y conocidas por todas las partes, incluido el Gobierno, dejan claro que son muchos los que ven la tele pasada esa hora. Por ejemplo, el programa más visto en la semana del 1 al 11 de octubre por los niños fue Los Simpsons, en la emisión del domingo de las diez de la noche (487.000 niños). Curiosamente más que en la emisión diaria de las 15.30 horas.Sin embargo, la contestación de Valcarcel y de las televisiones es la misma. 'Corresponde a los padres que los niños no vean tele a esas horas'.De los dieciocho programas más vistos por los niños en esa semana, diez empezaban o terminaban fuera del horario infantil. En otras semanas, incluso aumenta esa proporción.Algunos programas que se emiten a partir de las diez suelen ser seguidos por muchos niños con más interés que sus padres. Es frecuente que en los colegios se comenten sus capítulos tanto o más que los de las series consideradas infantiles. Según fuentes del sector, se busca que determinados programas familiares se den en horario adulto porque el rating sobre publicidad que cobran las cadenas pueden doblar el rating de horario infantil. El 90% del presupuesto para programas se dedica al prime time.