El Senado de EE UU anula la polémica ley de ayudas a la exportación
El Senado de EE UU dio ayer el último paso legislativo para resolver uno de los conflictos comerciales más largos y complejos entre EE UU y la UE, la eliminación del tratamiento fiscal a los exportadores (FSC /EIT, Foreign Sales Corporation y Extraterritorial Income).
Esta ley, que subsidiaba con 50.000 millones de dólares las ventas al exterior de empresas fue denunciada por la UE ante la Organización Mundial de Comercio y declarada ilegal, por lo que en marzo comenzaron unas sanciones tarifarias a ciertas exportaciones americanas que se elevan cada mes.
La derogación de este tratamiento fiscal ventajoso, que ha beneficiado a Boeing y Microsoft entre otras empresas, ha sido posible a cambio de una serie de nuevos recortes fiscales que van a costar al fisco americano 145.000 millones de dólares. El paquete legislativo en el que se contienen estos recortes en los que casi todos los lobbies de Washington han salido beneficiados, ha sido el resultado de dos años de intenso debate en el Congreso.
Ahora el presidente George Bush debe firmar esta nueva legislación que pone fin a los FSC y las sanciones de la UE que hubieran podido llegar a los 4.000 millones de dólares.
Bush declaró durante el proceso legislativo que no les gustaba la nueva ley porque se estaba convirtiendo en lo que finalmente es: un cajón de sastre en el que hay una serie de excepciones fiscales para sectores muy dispares y abre nuevos agujeros en una ley tributaria ya muy parcheada.