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CincoSentidos

El equipo europeo lleva a la Ryder Cup a cinco debutantes

Sin sorpresas en la nominación de los invitados que completan el equipo europeo que, del 17 al 19 de septiembre, defenderá la Ryder Cup en Oakland Hills (EE UU). El capitán Bernhard Langer se ha decantado por la experiencia del escocés Colin Montgomerie, que ha disputado las últimas seis ediciones del torneo desde su debut en 1991. Pero también, por la juventud del inglés Luke Donald de 26 años, un novato ganador esta temporada del Masters escandinavo y buen conocedor del terreno contrario.

En la formación figuran Miguel Ángel Jiménez y Sergio García. El primero ha sido ganador este año de cuatro torneos del circuito europeo, mientras que García ha vencido en dos del estadounidense. Junto a ellos, cuatro debutantes además de Donald, los también ingleses Ian Poulter, Paul Casey y David Howell y el francés Thomas Levet, el segundo jugador galo que participará en la Ryder Cup después de que Jean van de Velde lo hiciera en 1999. Cierran la selección los experimentados irlandeses Padraig Harrington y Paul McGinley, el norirlandés Darren Clarke y el mencionado Montgomerie. Ellos serán los encargados de revalidar el título en un ambiente que se presenta hostil. La Ryder Cup es, desde hace unos años, una batalla que traspasa las más elementales normas de etiqueta del golf.

El capitán del equipo de Estados Unidos Hal Sutton ha sido claro: 'Quiero un grupo ganador, que salga a por todas. Hay que ganar la Ryder Cup, no quiero a un puñado de buenos chicos que juegan bien al golf', dijo el día que escogió a los dos invitados, Stewart Cink y Jay Haas, de 50 años, el segundo jugador más veterano en la competición. Los estadounidenses, que sufrieron un severo correctivo hace dos años en The Belfry (15,5 a 12,5) quieren recuperar a toda costa un título que sólo han ganado tres veces desde 1985 (en 1991, 1993 y 1999).

Langer y Sutton debutan en sus capitanías. El alemán se ha convertido en el segundo no anglosajón que dirige al equipo europeo. El primero fue Severiano Ballesteros, que consiguió un hecho único, que la Ryder Cup, en su turno europeo, se jugará fuera de Gran Bretaña. Fue en 1997 cuando el cántabro capitaneó al equipo ganador en el recorrido de Valderrama (España).

Esta vez son los americanos los que ponen a punto un campo que ya ha sido escenario de grandes torneos. El Oakland Hills Country Club, inaugurado el 13 de julio de 1918, se ganó el sobrenombre de El monstruo cuando en el Open de EE UU de 1951 sólo dos jugadores fueron capaces de acabar por debajo del par. Ahora, la clave del equipo europeo está en el rendimiento de los debutantes. La labor de Langer para confeccionar unas parejas de juego sólidas es fundamental. Lo que parece claro es que los dos españoles no saldrán juntos.

La experiencia de Jiménez y García representando a España en la Copa del Mundo de Japón en 2001 no resultó positiva. Ambos debutaron en la Ryder Cup de Boston en 1999, en una edición dolorosa que acabó con una invasión de green por parte del equipo americano cuando Justin Leonard embocó un putt kilométrico frente a Olazábal que aseguraba a los americanos el medio punto que les daba la Ryder Cup. Nadie se acordó de que el vasco aún tenía que jugar y le pisaron la línea de la trayectoria que debía seguir su bola. Ahora, Jiménez y García intentarán sacarse la espina en terreno estadounidense.

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