El sector turístico busca alternativas a un modelo en crisis y a una mala temporada
El modelo turístico de sol y playa español se tambalea. Los últimos datos sobre ocupación hotelera de julio, facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), demuestran que el negocio turístico, especialmente el de costa, está cayendo de forma preocupante a pesar de que el número de visitantes a nuestro país sigue avanzando (un 6,6% durante el pasado mes de julio).
Precisamente durante la pasada semana, el secretario de Estado de Turismo y Comercio, Pedro Mejía; el secretario general de Turismo, Raimon Martínez Fraile, y diferentes empresarios del sector se reunieron a fin de poner sobre la mesa los datos recogidos de la temporada estival, y de revisar el negocio turístico. Además, ambas partes hablaron sobre el plan previsto para el año que viene de cara a reforzar la promoción del destino español. Tanto el Ejecutivo como el empresariado tienen intención de seguir las conversaciones durante los próximos meses para buscar alternativas a este modelo, que muchos empresarios y políticos reconocen que presenta claros síntomas de agotamiento.
Los datos lo reflejan. En el mes de julio, la ocupación hotelera cedió un 1,3% y se situó en el 63%, lo que supone el peor resultado de los últimos seis años en ese mismo periodo. Estas cifras coinciden con una subida de precios del 1,9% y con un aumento excesivo de plazas hoteleras, que avanza un 3,2%.
Los cambios de hábitos del turista y la sobreoferta hotelera forman parte del nuevo escenario en el que ha de vivir ahora el empresariado turístico español
El mes de agosto, por el contrario, parece mitigar el desplome del negocio. Desde la Confederación Española de Hoteles y Apartamentos Turísticos (Cehat) dicen que 'la actividad se ha comportado bastante bien durante los 20 primeros días del mes, y que comunidades como Baleares han conseguido recuperar su ritmo al registrar un mayor consumo de estancias'. Sin embargo, esta mejoría quizá no será suficiente si se trata de compensar el desplome de los anteriores meses previos al verano, dice el presidente de la patronal hotelera, José Guillermo Díaz-Montañés.
Aunque todavía es pronto para realizar un balance de la temporada estival y 'aún queda mucho verano', según los hoteleros, la sensación recogida por la industria refleja cierto pesimismo, en las diferentes comunidades autónomas. La mayoría de los hoteleros del litoral confirma que las ventas de sus hoteles en este tercer trimestre están cayendo significativamente respecto al mismo periodo del año pasado.
Una encuesta realizada por el lobby empresarial Exceltur durante este verano pone manifiesto también el agotamiento del modelo de sol y playa. En lo que llevamos de año, los lugares de costa, que tradicionalmente eran muy deseados por los extranjeros, van perdiendo poco a poco cuota de mercado. Exceltur considera que en esta complicada situación que atraviesa el sector conviene hacer autocrítica del negocio y no sólo echar la culpa a la crisis de lo que pasa dentro de la industria. 'Es necesario revisar el modelo de sol y playa, que puede estar ya agotado, y diversificar la oferta turística', dicen sus responsables.
También en el Gobierno existe una cierta preocupación sobre una posible crisis del modelo español. El pasado mes de agosto, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, dijo que el sol y playa presenta síntomas de agotamiento, y, que es el motivo por el que el turismo ha caído este verano en España.
La ministra se refirió especialmente a la costa de Alicante y del resto de la Comunidad Valenciana, donde ya prácticamente no queda suelo urbanizable en el litoral de esa comunidad.
Martínez Fraile, por su parte, considera, en declaraciones a la agencia Efe, que 'el turismo de sol y playa no está obsoleto', pero reconoce que es necesario complementarlo mejorándolo. Para ello propone dotarle de mayor contenido ya que 'este tipo de turismo es fundamental para España. Nuestra oferta es la mejor de Europa y posiblemente del mundo', señala.
Cambios en el turista
Entre enero y julio llegaron a España 30,1 millones de turistas, un 1,9% más que en el mismo periodo del año anterior. Un crecimiento muy moderado si se compara con los de los años anteriores a 2000. Desde el Ejecutivo, se comparte la opinión con el sector turístico de que el perfil del turista está cambiando. Las estancias son cada vez más cortas y los turistas reparten sus vacaciones durante el año. Además, la forma de venir a España también ha ido variado de manera sustancial. De hecho, cada vez son menos los visitantes que llegan con paquete turístico (avión más estancia), mientras que aumenta el porcentaje de turistas que contratan sus vacaciones de forma individual. Esta cifra ha aumentado un 56% hasta julio, según los últimos datos de Frontur. El 73% viajó en avión, debido a la proliferación del tráfico de las aerolíneas de bajo coste, que creció un 31,5%.
Nuevas fórmulas
Para poder asimilar todos estos cambios el sector debe adaptarse a la nueva situación y ofrecer otras alternativas que la tradicional de sol y playa, dicen en el sector. De esta forma, se debaten otras fórmulas de ocio que las cadenas hoteleras están poniendo en marcha tales como el turismo de salud, el rural o el de ciudad. Barcelona, ha sido uno de los destinos que mejor se ha comportado en cuanto a niveles de ocupación debido a que se ha cuidado mucho otros modelos de negocio como el cultural.
La sobreoferta es otro de los principales problemas para el sector. Exceltur insiste que en los seis primeros meses del año se inauguraron un 21% de nuevas plazas de cinco estrellas, y un 14% más de cuatro. Así coincide que las ciudades que han experimentado un mayor crecimiento de plazas hoteleras ha tenido un peor comportamiento en estos últimos meses. Baleares, Valencia o Madrid son sólo algunos ejemplos.
Las autoridades de Baleares tratan de atajar esta proliferación de establecimientos en línea de playa con la puesta en marcha de un plan que obligará a la reconversión de 14.742 plazas. Está previsto que se lleve a cabo la demolición de hoteles obsoletos en la costa para dar mayor espacio libre a la zona. El plan recoge la opción de los empresarios para que instalen sus negocios en zonas más alejadas del litoral, donde se autoriza la construcción de unas 20.000 nuevas plazas. El plan también incluye la reconversión de hoteles en viviendas.
Madrid, es la ciudad que se lleva la peor parte. En los meses previos a agosto, los establecimientos de la capital sufrieron caídas de la ocupación de hasta el 50%. Los hoteleros explican que este descenso viene originado por un menor número de visitantes y por el alza del euro, sin descartar los efectos negativos que tuvieron los atentados terroristas del 11-M.
Sobreoferta
Pero a los hoteleros madrileños también les preocupa la sobreoferta. A finales del año pasado, el sector solicitó una moratoria a las autoridades con el propósito de limitar el número de plazas hoteleras. En Madrid, existen un total de 1.500 establecimientos (contando los hoteles, hostales y alojamientos) con más de 100.000 plazas.
El presidente de la Asociación Empresarial de Agencias de Viajes (Aedave), José Manuel Maciñeiras, dice que el sector no vive una crisis alarmante.
'No sufre un problema grave a pesar de las declaraciones catastrofistas que se han hecho desde diferentes ámbitos este verano', señala. El mercado sólo ha vivido 'una leve caída, originada por otros factores económicos que han influido también en otros segmentos'.