Consolidación del crecimiento en el Viejo Continente
El dato preliminar de crecimiento del PIB de la Eurozona para el segundo trimestre ha sido muy positivo: 2,0% interanual, la mejor tasa desde el primer trimestre de 2001. Este buen resultado es consistente con las favorables expectativas que teníamos al inicio del verano, y que se han visto confirmadas recientemente con las cifras de crecimiento publicadas para las principales economías del Área (Alemania, Francia, España e Italia).
Los datos para los distintos países tienen en común una mejora en los patrones de crecimiento, y la única nota negativa la pone Alemania: su demanda interna sigue débil, especialmente su consumo privado, que lleva cuatro trimestres consecutivos restando crecimiento. Las perspectivas para el Área en el horizonte cercano son favorables. Primero, esperamos que continúe la reactivación industrial. Por ahora, las expectativas del sector no se han visto dañadas sustancialmente por el repunte del petróleo, quizá porque la fortaleza del euro permite que el encarecimiento en términos reales sea menor que en otras áreas. Por ello, esperamos que el efecto sobre la producción industrial sea moderado.
El consumo privado sigue débil, pero cabe esperar una mejora paulatina. Aunque a corto plazo la renta disponible se verá afectada por el encarecimiento de los combustibles, en el medio plazo se beneficiará de mejores condiciones en el mercado de trabajo. La inversión ha iniciado su recuperación, que esperamos se intensifique apoyada en el buen entorno internacional y en las buenas condiciones financieras.
La inflación ofrece noticias positivas. A pesar del encarecimiento energético, la inflación general sólo ha repuntado 3-4 décimas desde abril. Ello permite que el BCE no se vea obligado a endurecer su política monetaria, lo que frenaría el crecimiento.
Para el tercer y cuarto trimestres esperamos un crecimiento intertrimestral similar al del primer semestre, lo que en tasa anual supone un crecimiento medio del 1,8-1,9%. Para 2005, los factores positivos deberían intensificarse, conduciendo a un crecimiento del 2,2% al 2,5%.