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La Comisión Europea aprobó ayer el informe sobre la reforma del Pacto de Estabilidad presentado por el comisario Joaquín Almunia. La reforma, que prevé aplicar el Pacto teniendo en cuenta las 'circunstancias económicas' de cada país, puede tardar un año en recibir aprobación definitiva.
Cinco años depués de su puesta en marcha, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) afronta una reforma crítica. Doce países de la UE incumplen el criterio del déficit, al superar el 3% del PIB. Cuando la Comisión ha pretendido imponer las sanciones preceptivas a países como Francia y Alemania, el Ecofin las ha paralizado, para ser posteriormente desautorizado por el Tribunal de Luxemburgo.
El Consejo de Europa pidió en junio a la Comisión un cambio que refuerce y clarifique la aplicación del PEC. En respuesta a esa solicitud, Bruselas aprobó ayer una polémica propuesta de modificación del pacto.
El principal cambio afecta a las 'circunstancias excepcionales' que permiten flexibilizar el criterio del déficit, y parece diseñado a la medida de Francia y Alemania. La letra actual del pacto sólo admite superar la barrera del 3% en caso decrecimiento real del PIB o de descenso brusco del crecimiento (dos puntos menos que el año anterior). Con la propuesta del comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, un periodo continuado de estancamiento o crecimiento muy débil, como el que sufren actualmente Alemania y Francia, también se consideraría 'circunstancia excepcional'.
El ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, se apresuró ayer a aplaudir la propuesta, y afirmó que espera que estas nuevas ideas influyan en el devenir del procedimiento disciplinario contra su país. Tras la reunión de la Comisión, Joaquín Almunia enfatizó que la propuesta 'busca normas iguales para todos y adaptables a las circunstancias específicas de cada país', cuando se le preguntó si la reforma iba encaminada a satisfacer las pretensiones de Francia y Alemania. Almunia dejó claro que algunos principios del Pacto son inamobibles, como los porcentajes permitidos de déficit (3%) y deuda pública (60% del PIB).
El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, dijo estar 'firmemente convencido' de que estas propuestas permitirán reforzar el Pacto 'y hacerlo más creíble'. El líder del BCE, Jean-Claude Trichet, es favorable a 'mejorar la implementación' del Pacto, aunque rechaza la modificación de su texto. A falta de su ratificación por el Consejo de Europa, la reforma podría entrar en vigor el próximo año.
Claves para una lectura más flexible del texto
La propuesta de la Comisión recomienda 'aumentar la interrrelación entre las políticas económicas y presupuestarias'. La principal implicación sería la flexibilización del procedimiento de déficit excesivo, que no se aplicaría en etapas prolongadas de debilidad económica, como la que afecta a Francia y Alemania. Además, se vigilaría más de cerca la deuda pública, atendiendo a su evolución previsible. Así, el déficit sería más tolerable en economías con la deuda controlada, mientras que las muy endeudadas deberían acercarse al superávit para mejorar la sostenibilidad de sus finanzas públicas. En este sentido, la Comisión propone tratar con más severidad a los países que no consoliden sus cuentas en épocas de bonanza.