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Bolsas

La OPV de Google pone en jaque las comisiones de la banca de inversión

El sistema de subasta utilizado por Google en su OPV ha reportado a los 28 bancos colocadores la mitad en comisiones de lo que suelen cobrar en una salida a Bolsa normal. No es un caso aislado. En Europa, la competencia ha provocado un descenso de las comisiones hasta niveles de 1998.

Google ha cambiado las reglas del juego. El buscador de internet optó por vender las acciones en su oferta pública de venta a través de una subasta en Internet en la que los inversores compraban títulos directamente a la compañía. Toda una novedad que ha perjudicado a los 28 bancos colocadores, entre ellos Credit Suisse First Boston y Morgan Stanley, porque han recibido en comisiones la mitad de lo que suelen cobrar a las empresas que salen a Bolsa de la manera tradicional.

La tendencia en Europa confirma que el de Google no es un caso aislado. La fuerte competencia ante las escasas salidas a Bolsa en el continente ha provocado un descenso en las comisiones hasta niveles previos a la formación de la burbuja tecnológica.

Según datos recopilados por Bloomberg, las comisiones por colocar una compañía en las Bolsas europeas han descendido a una media del 2,3% este año, frente al 2,7% que se cobraba el año pasado y el 3,1% del año 2000. Estos porcentajes representan menos de la mitad de lo que cobran los bancos estadounidenses. En Wall Street las OPV constituyen la operación más lucrativa de los bancos de inversión, que cobran comisiones 10 veces más elevadas que las que cobran por una colocación de bonos corporativos.

La comisión media en Estados Unidos en lo que va de año se sitúa en el 5,7%, según Bloomberg. Esta cifra se ha mantenido estable desde 1999. Desde enero de este año se han colocado en todo el mundo 73.600 millones de dólares (unos 60.000 millones de euros), y se han percibido 3.100 millones de dólares en comisiones. La comisión media global se ha situado, por tanto, en el 4,2%.

El caso Google ha levantado las alarmas en Wall Street ante lo que puede ser una revolución. Los defensores de las subastas para colocar acciones afirman que es un sistema mucho más abierto y transparente para los pequeños inversores. Obviamente, este sistema cuenta con numerosos detractores, principalmente los bancos colocadores. El 35% de los ingresos de Morgan Stanley en el segundo trimestre correspondieron a OPV. Para Goldman Sachs representó el 20%.

Por esa razón, son muchos los que creen que tendrá que pasar tiempo antes de que el sistema de subasta se imponga en Wall Street. Muchos eran los que esperaban que la salida a Bolsa de Google fracasara. La compañía, de hecho, no lo ha tenido fácil, pero ha conseguido imponerse a la reticencia de los colocadores gracias a su enorme tamaño.

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