Greenspan sube los tipos un cuarto de punto y sugiere nuevas alzas
Estaba cantado. El Comité Abierto de la Reserva Federal (Banco Central) estadounidense decidió ayer de forma unánime subir los tipos de interés un cuarto de punto hasta el 1,5%. Este nuevo incremento, el segundo en lo que va de año, está orientado a controlar las presiones inflacionistas y a afianzar las expectativas del mercado, que contaba con esta subida, siempre dando por seguro que la economía estadounidense seguirá recuperándose de la desaceleración.
Además, las autoridades monetarias de Estados Unidos abrieron la puerta a una nueva subida de tipos, que podría producirse en su próxima reunión del 21 de septiembre. 'El Comité cree que la política monetaria acomodaticia puede modificarse de forma mesurada', ante las expectativas de mantener la inflación bajo control en los próximos meses, indica el comunicado emitido por la Reserva Federal (Fed).
Añadió, como ya viene siendo habitual en las intervenciones de la Fed, que el Comité responderá a los cambios económicos con las medidas que sean necesarias para cumplir su obligación de mantener la estabilidad de precios.
Con la decisión de ayer la Fed, que dirige Alan Greenspan, da por sentado que la recuperación de la economía de Estados Unidos es sólida y desoye los últimos datos macroeconómicos que reflejaban una brusca desaceleración de la creación de empleo y cierto enfriamiento del consumo. En junio se crearon 32.000 empleos frente a los 230.000 previstos y el gasto de los consumidores se redujo un 0,7%.
En su comunicado, la Reserva Federal admite que en los últimos meses 'el crecimiento económico se ha moderado y la mejora del mercado laboral se ha ralentizado', pero este organismo atribuye estos traspiés de la economía, así como el 'elevado nivel de inflación registrado este año' al 'sustancial aumento del precio de la energía' provocado por el alza del precio del crudo.
Dicho esto, el texto elaborado por la Fed asegura que tanto el repunte inflacionista como la desaceleración de la recuperación obedece a 'factores transitorios', en clara referencia nuevamente a la situación provocada por el precio del petróleo.
La gran mayoría de los analistas y el mercado habían descontado esta subida de tipos, la segunda en cuatro años, después de que Greenspan decidiera el 30 de junio terminar con la política monetaria expansiva estadounidense, subiendo los tipos desde el 1% en el que permanecían estancados desde hacía doce meses, al 1,25%.
La Fed rompió así una política de expansión monetaria iniciada enero de 2001, cuando aparecieron los primeros indicios de una recesión. Desde entonces, la autoridad monetaria de EE UU bajó los tipos de interés una docena de veces hasta llevarlos a su nivel más bajo desde 1958 (el 1% citado).
El fantasma del petróleo
Cuando la Fed decidió, el pasado 30 de junio, quebrar el ciclo bajista de tipos lo hizo alentada por los buenos datos de actividad y por el convencimiento de que la amenaza inflacionista sería coyuntural, a la vez que confiaba en un descenso de los precios del petróleo que ya se había iniciado en junio. Sin embargo, el curso de los acontecimientos en Irak y en Rusia ha dado un vuelco al escenario del crudo cuyo precio ha superado todos sus máximos. Ayer, el barril de crudo West Texas rompió la barrera de los 45 dólares, batiendo un nuevo récord. Pese a todo, Greenspan ha preferido seguir con su ajuste gradual de tipos para impedir que la reactivación acelere la inflación.¿Cuándo será la próxima subida? El comunicado de la Fed no hace ningún guiño a la posibilidad de trasladar la siguiente subida hasta después de las elecciones presidenciales del 2 de noviembre, aunque muchos analistas creen que Greenspan esperará a que pasen los comicios.