La decisión de la justicia rusa amenaza con colapsar la empresa
La decisión del Ministerio de Justicia ruso de ordenar ayer a la petrolera Yukos que 'suspenda cualquier operación' que pueda afectar a sus activos, amenaza con colapsar totalmente la ya deteriorada empresa. La compañía produce 1,7 millones de barriles de petróleo por día (equivalente al 20% del crudo ruso).
En principio no está claro si la orden obliga a Yukos a detener todos los embarques o simplemente le prohíbe firmar nuevos contratos de venta.
Yukos tiene sus cuentas embargadas por supuesta evasión fiscal y a su ex presidente Mijail Jodorkovsky en la cárcel, acusado de evasión y estafa. El Gobierno tiene previsto vender la planta de Yuganskeneftegaz (produce más del 60% de la firma) para cobrar los 3.400 millones de dólares que le reclaman como impuestos evadidos en 2000. Además hay una demanda igual sobre 2001 y el riesgo de que puedan exigirse cantidades similares por 2002 y 2003. La dirección de la petrolera ha advertido que resulta imposible suspender la entrega de crudo sin detener también la extracción y otras actividades en los pozos.
'La suspensión de la actividad de estas tres filiales dejará sin trabajo a sus 15.000 empleados, lo que supondría una de las mayores crisis sociales del país' indicó la directiva en un comunicado. Tras conocerse la decisión de las autoridades rusas, las acciones de Yukos cayeron un 23%, hasta su mínimo valor desde mayo de 2001, lo que provocó la suspensión de la cotización. Los títulos ya se encontraban en caída libre desde que el Gobierno decidió vender Yuganskneftegaz.