La foto del diálogo social
José Luis Rodríguez Zapatero prometió durante la campaña electoral impulsar 'un gran pacto social por la estabilidad del empleo'. Un acuerdo consensuado con empresas y sindicatos que tendría como principal objetivo reducir la precariedad laboral. Fiel a su estrategia de ir cumpliendo, una a una, todas sus promesas electorales (retirada de las tropas de Irak, Ejecutivo paritario, Ministerio de la Vivienda, ley contra la violencia de género...), el presidente del Gobierno ha reunido a los líderes de la patronal y los sindicatos para rubricar una declaración sobre 'Competitividad, empleo estable y cohesión social' que debe servir como marco de referencia para la negociación laboral futura.
El documento es lo suficientemente vago como para que las partes puedan eludir cualquier cambio fundamental en la normativa laboral sin que se les pueda acusar de incumplir su compromiso. Pero es de esperar que tanto empresarios como representantes sindicales se hayan sentado a esta mesa con la voluntad firme de pactar reformas que, efectivamente, permitan elevar la productividad y mejorar la calidad del empleo. Dos objetivos que el propio presidente calificó ayer como 'irrenunciables'.
Cuando Zapatero prometió impulsar este pacto, se refirió al estilo 'autoritario y falso' del Partido Popular, en clara referencia a la reforma laboral aprobada por decreto por el anterior Ejecutivo y tumbada a golpe de huelga general en el año 2002. Sin embargo, el PP consiguió sacar adelante algunas reformas importantes en materia de empleo y Seguridad Social durante su primer mandato. Y José María Aznar sólo se hizo la foto con los empresarios y los sindicatos cuando ya tenía atados, y bien atados, estos cambios.
Zapatero opta por escenificar el consenso antes de empezar a negociar. Una alternativa que implica riesgos, pero que ha sido bien recibida por los agentes sociales. Confiemos en que el buen talante mostrado por todos ayer en la Moncloa se mantenga a la hora de sellar pactos y resulte realmente productivo.