Arranca el diálogo social
El presidente del Gobierno y los máximos líderes sindicales y patronales firmaron ayer la declaración de intenciones que sienta las bases del diálogo social futuro. Zapatero, muy satisfecho con la iniciativa, anunció su intención de no legislar en materia de empleo de forma unilateral. 'Avanzaremos únicamente con el acuerdo de todos', dijo.
No dejó de sonreír en ningún momento. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se mostró ayer exultante en la firma de la declaración de intenciones del diálogo social para 2004.
'Hoy es un buen día, es un día importante', repitió Zapatero. Y no era para menos porque ya había materializado 'antes de cumplir los primeros cien días de gobierno' un compromiso electoral: escenificar la firma de un gran pacto social.
Sin embargo, la declaración de ocho folios firmada ayer por Zapatero, los secretarios generales de CC OO, José María Fidalgo, y de UGT, Cándido Méndez, y por los presidentes de CEOE, José María Cuevas y Cepyme, Jesús Bárcenas, no es otra cosa que un diagnóstico compartido de las deficiencias del mercado laboral y la necesidad de superarlas.
'El objetivo irrenunciable es crear más empleo y de más calidad, más estable, reduciendo la temporalidad, con retribuciones adecuadas y formación permanente para mejorar la productividad', resumió Zapatero. Dicho esto, sugirió que sólo tomará las medidas que cuenten con el acuerdo de todas las partes.
Méndez fue el único que enfatizó en que se trataba 'sólo del punto de partida' y que luego, cuando se descienda a las negociaciones, 'ahí es donde estarán las dificultades'.
Era la primera vez que el diálogo social arrancaba con un documento de intenciones, algo que Cuevas destacó como 'positivo' por fijar unas reglas previas. Y se comprometió en nombre de los empresarios a 'cumplir fielmente' los compromisos ayer dibujados.
Para Fidalgo 'es una suerte' que todos coincidan en el diagnóstico de los retos: 'mejorar la competitividad; el empleo y la cohesión social'.
La declaración. Hablar de todo sin concretar nada
ConveniosEl Gobierno no intervendrá en la reforma de la negociación colectiva. Empresarios y sindicatos 'buscarán fórmulas para adaptar la negociación colectiva a las necesidades de las empresas, los sectores y para mejorar la productividad'. Buscan que los convenios no sólo fijen las condiciones laborales sino que determinen políticas de empleo (formación, o estímulos a la estabilidad laboral).Diseñar una política industrial y de medio ambiente que favorezcan inversiones de mayor nivel tecnológico y medidas que eviten deslocalizaciones y reestructuraciones.EmpleoTemporalidad. La patronal ha conseguido que la declaración no concrete nada sobre cómo combatir el abuso de los contratos temporales. Así, la declaración sólo se compromete a 'consensuar modificaciones legales y de la naturaleza que se estimen oportunas, buscando aquellos compromisos que logren aunar seguridad para los trabajadores y flexibilidad para las empresas'.Jóvenes, mayores y mujeres deben promoverse, dice el texto, acciones para integrar en el mercado laboral a los jóvenes, trabajadores de edad avanzada, discapacitados y mujeres.PensionesLos compromisos son idénticos a los contraídos en el Pacto de Toledo. En concreto: 'reforzar la contributividad a partir de una mayor correspondencia paulatina entre prestaciones y aportaciones'; mejorar las pensiones más bajas; Mantener el 'incremento constante' del Fondo de Reserva; y 'compaginar el equilibrio del sistema con la generación de un entorno adecuado para seguir creando empleo'. Esto apunta a una rebaja de cotizaciones si no peligran los ingreso del sistema.Previsión social. Se potenciarán, sobre todo, los planes incluidos en los convenios.
Formación
EL MODELo de formación continua de los trabajadores, que no lleva ni un año en vigor, será reformado otra vez, conservando las competencias de gestión del Estado, las comunidades y los empresarios y sindicatos.Impulsar las políticas activas y optimizar los recursos de los Servicios Públicos de Empleo (antiguo Inem) 'es un objetivo imprescindible e inaplazable'.Siniestralidad laboral. El Gobierno se compromete a 'poner en marcha potentes políticas activas' para eliminar las causas de los accidentes laborales.
metodología
Una comisión de Seguimiento y Evaluación establecerá las prioridades, el calendario y el método de trabajo. También evaluará las medidas que se adopten. Se creará una comisión de ocho expertos que analizará los resultados de las políticas de las reformas laborales desde 1992, para que sirvan de apoyo en las negociaciones.Inmigración. Se creará una 'interlocución específica' sobre esta materia y su implicación laboral.Instituciones. El Gobierno se comprometen a 'revalorizar' la Inspección de Trabajo y la Comisión Nacional de Convenios.