Sainsbury despide al presidente por cobrar un sobresueldo
El presidente de la cadena de supermercados Sainsbury, Peter Davis, fue despedido ayer debido a la polémica generada por el cobro de un sobresueldo de tres millones de euros en acciones.
Davis, de 62 años, ex director general del grupo y presidente desde hace tres meses, se prejubilará y será sustituido a partir del 19 de julio por Philip Hampton, de 50 años, muy conocido en la City londinense por haber sido director financiero en el grupo de gas BG Group, en BT Group (antigua British Telecom) y en el banco Lloyds TSB.
Además de las críticas que generó entre los inversores del grupo el cobro de un bono de más de dos millones de libras (tres millones de euros) en acciones, Davis es acusado de ser el principal responsable de la crisis de la compañía.
El grupo era hace diez años el líder del sector en Reino Unido. Cuando Davis accedió a la dirección, hace cuatro años, acometió un plan de modernización que no ha tenido los resultados esperados. Más bien al contrario: los resultados de Sainsbury cayeron un 3% el año pasado y además ha perdido posición por cuota de mercado respecto a Asda.
En un comunicado distribuido ayer, la empresa adevierte que el beneficio antes de impuestos será este ejercicio 'significativamente inferior' a los cerca de 754 millones de euros que prevén los analistas.
En el primer trimestre de su ejercicio fiscal (abril-junio), la cifra de negocio de la compañía aumentó un 1%, pero advirtió que ese eumento se debió principalmente a la venta de la gasolina y que la tasa de crecimiento de la competencia fue mucho mejor.
Sainsbury bajó los precios hace meses para competir con sus rivales Tesco, Asda (perteneciente al grupo Wal Mart) y Morrison, pero ha experimentado un deterioro en sus márgenes. La empresa dejará de vender ciertos productos no alimentarios y cerrará un almacén en Londres.