Un semestre complejo
Las casas de Bolsa consultadas por este periódico han diseñado unas carteras para el segundo semestre en las que continúa percibiéndose un sesgo conservador, como el dominante los últimos meses, marcado por los sobresaltos en relación al terrorismo, Irak o el precio del petróleo. Los grandes valores de siempre, como Telefónica, bancos y eléctricas, son los favoritos de los analistas para los próximos meses. Son sólidos, ofrecen elevados dividendos y tienen más potencial porque no acumulan grandes subidas este año, con la única excepción de Repsol. Los valores de pequeña y mediana capitalización, los más alcistas en las fases iniciales de recuperación, podrían estar agotando su recorrido en este ciclo.
Según el consenso del mercado, la Bolsa española seguirá subiendo en lo que queda de año aunque con la misma moderación que el primer semestre. Los analistas esperan que el Ibex cierre 2004 por encima de sus precios actuales -como media un 6,9%-, lo que no implica que todos los valores vayan a conseguirlo. No se esperan subidas generalizadas. Por lo tanto, en momentos como el actual se impone la selección exhaustiva.
Las incertidumbres que han lastrado las Bolsas en el primer semestre no se han despejado. Algunos expertos temen que el crecimiento económico haya tocado techo y tienda a ralentizarse. La situación de Irak sigue convulsa, el terrorismo puede golpear en cualquier momento, el petróleo se ha instalado en niveles elevados y la inflación, un enemigo al que se daba por derrotado, vuelve a amenazar. Los tipos de interés van a iniciar muy pronto -probablemente el miércoles- un camino ascendente en EE UU. De la magnitud y rapidez de las alzas dependerá en gran medida el rumbo de los mercados y de la economía mundial en los próximos meses. La segunda mitad del año plantea además otros escenarios abiertos, como el resultado de las elecciones presidenciales de EE UU en noviembre, o la negociación presupuestaria en España. Pero el mercado parece haberse hecho la idea de que convivirá con la incertidumbre durante un largo periodo de tiempo.