Solbes clarifica los mensajes
El vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, aprovechó su intervención en el Foro Cinco Días para definir claramente cuáles serán los ejes en política económica del nuevo Gobierno: equilibrio fiscal; empeño en la productividad; radical defensa de la libertad económica; y transparencia estadística para que los agentes económicos puedan tomar en tiempo real sus decisiones con criterio. Sobre estos cuatro pilares, Solbes mandó mensajes inequívocos a los ministros amigos del gasto de que en la negociación presupuestaria les espera 'con las prioridades y la escasez de recursos en la mesa'.
Con un talante más liberal que social, dejó claro su pensamiento sobre libertad de horarios comerciales, el futuro de RTVE o la política de vivienda, y cuestionó el revisionismo tributario defendido por el Partido Socialista en la campaña electoral. Descartó cualquier cambio en el IRPF hasta que no se conozcan en profundidad los efectos de la última reforma del impuesto y se mostró favorable a mantener el actual modelo de fiscalidad de las plusvalías. Se aleja así la posibilidad de que las rentas del capital sean gravadas de manera progresiva, en función de los ingresos totales del contribuyente, como habían sugerido algunos responsables económicos del PSOE durante la campaña electoral. Calma, pues, para los flujos de capital que tanto precisa este país, que pueden seguir llegando sin temor a cargas fiscales adicionales a las de nuestro entorno.
Donde más cercano parece cualquier cambio de tributos es en vivienda. Solbes cuestionó la diferencia de trato entre quienes adquieren y alquilan una vivienda, y reiteró que cualquier modificación respetará los derechos adquiridos de quienes ya han comprado una casa. Es decir, que si se aplica el modelo avanzado por la ministra de la Vivienda, Maria Antonia Trujillo, de dar más ayudas directas y menos deducciones tributarias, los cambios no afectarán a los actuales propietarios que ya se benefician de este incentivo fiscal.
En cuanto a la posibilidad de que se produzcan cambios en el mapa industrial como consecuencia de posibles fusiones, el vicepresidente fue rotundo al señalar que corresponde a las empresas, y no al Ejecutivo, definir sus estrategias, sus alianzas y cuál es su dimensión adecuada. Solbes asegura que el nuevo Gobierno se limitará a garantizar, 'con la ley en la mano', que cualquier enlace empresarial respeta las normas de libre competencia. Un mensaje que también lanzó en el pasado su antecesor en el cargo, Rodrigo Rato, y que sin embargo se ha visto cuestionado por episodios como el bloqueo de la opa de Gas Natural sobre Iberdrola, interpretado por muchos agentes del mercado como un bloqueo político ejecutado a través de la Comisión Nacional de la Energía (CNE).
Hasta aquí la teoría y las ideas; ahora debe hacer valer su rango en el Ejecutivo (que él mismo exigió para aceptar el cargo), para evitar que se produzcan excesivas desviaciones sobre esa línea, que pongan en cuestión el crecimiento, la creación de riqueza y de empleo, saldo final de toda gestión económica.