El G-7 pide a la OPEP que frene la escalada del precio del crudo
Los ministros de finanzas del G-7 pidieron ayer a la OPEP que eleve la producción para que los precios del crudo 'vuelvan a un nivel consistente con una prosperidad económica duradera'. Sin embargo, en el cártel persisten las discrepancias sobre si elevar o no las exportaciones.
Los representantes del G-7, reunidos este fin de semana en Nueva York, emitieron ayer un comunicado en el instan a la OPEP a incrementar la producción y agradecen la decisión de Arabia Saudi de elevar sus exportaciones y pedir a sus socios del cartel que hagan otro tanto. Se trata de la primera presión oficial del G-7 a los productores de petróleo desde septiembre de 2000. Y también el reconocimiento implícito de que un petróleo caro pone en peligro la reactivación de la economía global.
Los representantes del G7 intentaron evitar que el petróleo dominara esta cumbre de preparación de la agenda del G-8 en Sea Island (Atlanta), en la que se tratarán cuestiones como las reformas estructurales, la deuda de Irak, las fallidas negociaciones comerciales y la futura reforma de las instituciones de Breton Woods. Pero no lo lograron.
El ministro de finanzas británico, Gordon Brown, se mostró convencido que la propuesta de Arabia Saudí 'añadirá presión en otros países productores para hacer lo correcto'. El comisario de europeo, Joaquín Almunia, dijo que espera que la decisión saudí de aumentar la producción 'contribuya a calmar los mercados'.
El G-7 espera que el petróleo, que se ha apreciado un 38% desde principio de año, no perjudique el buen momento de crecimiento de la economía mundial. Pero reconoce que para ello es importante que la OPEP se ciña a su compromiso de estabilizar el precio del petróleo en una banda que oscile entre 22 y 28 dólares el barril.
El cártel petrolero, reunido en Amsterdam, se ha comprometido nominalmente a apoyar el crecimiento económico favoreciendo un recorte de precios, pero cualquier decisión sobre un aumento de las exportaciones deberá esperar hasta la reunión que celebrará en Beirut el 3 de junio.
Además, la reunión de este fin de semana puso en evidencia las fuertes discrepancias sobre si debe forzarse o no un abaratamiento del crudo. Algunos miembros como Libia criticaron duramente la decisión saudí de elevar su producción de manera unilateral y mostraron su recelo a un aumento de las ventas. Venezuela pidió unidad en el seno de la OPEP y achacó el encarecimiento del crudo a la guerra de Irak.
El G-7 ya citó el encarecimiento del crudo como el mayor riesgo para la economía global en la reunión que celebró hace un mes, pero entonces no hizo ningún llamamiento directo a la OPEP. Y es que la preocupación crece conforme lo hacen los precios del crudo.