Los autónomos no abandonamos la carrera
Los trabajadores autónomos son un colectivo de importancia fundamental en la economía española. En la etapa del Partido Popular han conseguido avances en sus reivindicaciones y, según los autores, pretenden mantener la misma línea de diálogo con el actual Gobierno
Alicia participó, junto a toda suerte de animales, en una carrera en el País de las Maravillas. Después de correr más de media hora, el Dodo exclamó: '¡Se acabó la carrera!'. Y añadió: '¡Todos hemos ganado y todos recibiremos premios!'.
-Pero, ¿a quién le toca dar los premios?, preguntaron a coro.
Los microem-presarios hemos quedado siempre fuera de la represen-tación institucional
-Pues a ella, naturalmente, declaró el Dodo señalando a Alicia con el dedo.
Pues bien, los autónomos, como los animales en el cuento de Alicia, iniciábamos nuestra particular carrera y, ¡cómo no!, conseguíamos también repartirnos nuestros premios y hacer que 2003 fuese el año de los autónomos. Conseguir esto ha sido posible gracias a la perseverancia con la que las organizaciones que representamos a los autónomos hemos defendido sus derechos y reivindicaciones y también, por supuesto, al apoyo de representantes de Convergència i Unió (CiU), del Partido Socialista y del Partido Popular que apostaron por nosotros, y se encargaron de canalizar y defender nuestras peticiones en el Congreso de los Diputados.
Ahora se inicia una nueva etapa, con un nuevo Ejecutivo que, estamos convencidos, va a continuar apoyando reivindicaciones históricas de los trabajadores autónomos. Somos conscientes de que se ha conseguido mucho, pero también de que quedan temas por resolver en materias de protección social, empleo, fiscalidad, formación y nuevas tecnologías y en la representación institucional, donde todavía no comparecemos y por tanto carecemos de voz y voto.
Durante 2004 hay que incluir a los familiares de los autónomos en el Régimen General de la Seguridad Social; establecer una cotización voluntaria que permita acceder a un fondo de garantía, similar a la cobertura por desempleo; equiparar la jubilación anticipada de los autónomos a los trabajadores del Régimen General; equiparar las bonificaciones y prestaciones de las mujeres autónomas a las asalariadas, después del alumbramiento; la cotización a media jornada en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), de los autónomos que cotizan simultáneamente en el RETA y en el Régimen General a jornada completa; suprimir el Impuesto de Sucesiones para los familiares directos de los bienes adscritos a la actividad económica; reducir un 50% el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), para los locales de autónomos, en sus dos primeros años de actividad; establecer un gasóleo profesional y fijar un precio más reducido; suprimir la cuota obligatoria a las cámaras de comercio; mejorar el acceso de los autónomos a la formación continua y dar voz y voto a los autónomos, a través de las organizaciones que los representan, en el CES y en las mesas institucionales del diálogo social.
No olvidemos que los trabajadores por cuenta propia, y los emprendedores que dan trabajo a menos de tres asalariados constituimos el tejido más amplio y de la economía española y , por desgracia, continuamos siendo el sector social más desconocido, cuando los datos indican todo lo contrario: somos más de 2,7 millones de autónomos, que representamos el 87,5% del tejido empresarial español, el 20% de la población activa. Un colectivo que aporta más del 18% del PIB y da trabajo al 12% de los asalariados españoles; que mantiene el 60% de la distribución comercial, una cifra superior al 30% de la actividad hostelera y el 20% del transporte y de la construcción. En definitiva, sin nuestro esfuerzo no se llegaría a mantener más del 50% de la economía de base rural no agraria.
Sin embargo, los microempresarios hemos quedado siempre fuera de la representación institucional, no participamos en la negociación colectiva y seguimos siendo el sector social que, con un mayor esfuerzo fiscal, recibe menor nivel de protección social.
La realidad es que acabamos de correr uno de los periodos más positivos para nuestro colectivo. La sensibilidad demostrada por el anterior Gobierno, la capacidad de propuesta de algunos grupos políticos de la oposición y la presencia y esfuerzo unitario de las asociaciones más representativas del colectivo de autónomos, han permitido mejorar nuestra protección social, podremos acceder a la formación continua y estar presentes en ámbitos de representación hasta ahora inaccesibles.
Con este Gobierno y, en especial, con el titular de Trabajo, Jesús Caldera, queremos que continúe abierta la línea de diálogo y seguir por idéntica senda. El programa del Partido Socialista recoge el ambicioso objetivo de regular un Estatuto del Trabajo Autónomo, crear un instituto específico que atienda nuestras necesidades y equiparar, definitivamente, nuestro Régimen de la Seguridad Social con el del resto de los trabajadores.
En esa línea, el Gobierno va a encontrar el apoyo de las entidades, que de forma mayoritaria representamos a los trabajadores independientes y microempresarios españoles. Creemos en el diálogo, hemos demostrado paciencia y nuestras propuestas han sido claras y no costosas y sólo pedimos, cauces para poder exponer las reivindicaciones aún no satisfechas. En definitiva, afrontamos esta nueva etapa unidos, con ilusión y confianza.