Otra vez la inflación

La inflación amenaza con convertirse en la bestia negra de cualquier ministro de Economía, incluido Pedro Solbes. El dato de abril, conocido ayer, está muy influido por el fin de las rebajas (sobre todo, en vestido y calzado) y por el encarecimiento hasta máximos del precio del petróleo. De una forma u otra, el IPC se ha disparado desde el 2,1% hasta el 2,7%, en tasa interanual. El nivel aún no es preocupante pero amenaza con convertirse en una nueva pesadilla, dado que el petróleo no para de encarecerse. El Gobierno espera que el repunte del crudo sea 'transitorio', pero no está de más que permanezca muy alerta los próximos meses. Porque el aumento de precios puede acabar generalizándose a toda la actividad económica y afectando al PIB, como ya ocurrió en tiempos de Rodrigo Rato. Las tensiones inflacionistas son muy fáciles de iniciar y muy difíciles de parar sin que acaben minando el crecimiento de la economía.