El petróleo cede y despeja el futuro
La escalada de precios del petróleo que amenazaba con abortar la recuperación económica mundial ha hecho un alto en el camino. La intervención ayer del primer productor mundial de crudo, Arabia Saudí, en favor de una elevación inminente de la oferta de crudo en los mercados bajó la temperatura a la materia prima energética por excelencia, que se cambiaba en los mercados internacionales a tasas desconocidas desde hacía 13 años. Seguramente presa de las presiones de Estados Unidos, y ante la evidencia de que una ruptura de la recuperación puede proporcionar más perjuicios que réditos a los productores de petróleo, Riad, secundada por Kuwait, prometió llevar al sindicato de exportadores el 3 de junio, en la cumbre de Beirut, una propuesta para elevar la oferta en 1,5 millones de barriles diarios, y restablecer la producción previa a los recortes que están detrás de esta súbita aceleración del coste del oro negro.
El pesimismo macroeconómico sobre la reactivación se había instalado en las últimas semanas. Pero ayer los mercados recogieron ya un nuevo escenario en el que las subidas de tipos son un hecho, entre otras cosas, por el empuje inflacionista de la energía. Seguramente han sobrerreaccionado, como es costumbre, a un repunte del precio del dinero que está fundamentado en la solidez de una recuperación que, entre otras cosas, garantizará más crecimiento económico, mejores resultados de las empresas cotizadas y más empleo.
Ayer los banqueros centrales reunidos en Basilea hicieron precisamente hincapié en la buena marcha de la recuperación, que está llevando al comercio mundial a cotas de crecimiento desconocidas en los últimos años.