Arabia Saudí frena la espiral alcista del precio del petróleo
El precio del barril de petróleo brent, que el viernes rozaba los 40 dólares, retrocedió ayer hasta 35,33 dólares tras requerir Arabia Saudí a sus socios de la OPEP para elevar la oferta en 1,5 millones de barriles diarios. Desde abril está en 23,5 millones oficialmente, pero la producción real es de 25,69 millones.
El llamamiento de Arabia Saudí a sus socios de la OPEP para que incrementen en al menos 1,5 millones de barriles su producción diaria redujo ayer la presión alcista sobre los precios del crudo tanto en Nueva York como en Londres. Hacia la media sesión, los contratos para junio del Petróleo Intermedio de Texas se situaban a 39,30 dólares por barril, desde los 39,93 dólares a los que cerró el viernes.
El barril de crudo brent para entrega en junio se cotizaba en Londres sensiblemente por debajo de los 36 dólares (llegó hasta 35,33) a la tarde, un dólar menos que el pasado viernes, cuando registró niveles no vistos en los últimos trece años.
En EE UU, el precio de los contratos de gasolina para entrega en ese mismo mes bajaban alrededor de un centavo respecto del viernes y se situaban en 1,32 dólares por galón (3,78 litros), mientras que los de gasóleo de calefacción retrocedían alrededor de dos centavos y se cotizaban a 0,99 dólares el galón.
El aumento de la oferta no será efectivo antes del 3 de junio en Beirut
Arabia Saudí, el socio más influyente en el seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el mayor productor mundial de crudo, pidió a ese cartel que incremente su producción en los próximos meses para evitar un desequilibrio en el abastecimiento y en la demanda.
Los productores temen que el elevado precio del crudo tenga un efecto negativo en las perspectivas de crecimiento de la economía a nivel global y en el consumo a medio y largo plazo, lo que afectaría de manera desfavorable a sus ingresos.
Representantes de los países miembros de la OPEP discutirán la propuesta durante la próxima semana y podrían aprobar el incremento de la producción en la reunión del 3 de junio en Beirut.
El ministro kuwaití de Energía, jeque Ahmad Fahad Al Sabah, ya secundó ayer la propuesta saudí y aseguró que su país 'ya ha hecho un llamamiento a la OPEP para que renuncie al recorte de producción acordado en la reunión de Argelia' del mes de febrero.
El ministro agregó que Kuwait apoya cualquier esfuerzo encaminado a conseguir la estabilidad del mercado petrolífero y expresó su deseo de que los miembros de la OPEP y los productores de crudo de fuera del cartel opten también por esta vía.
Los productores insisten desde hace meses en que los altos precios no son consecuencia de un desabastecimiento del mercado sino de la tensión geopolítica en Oriente Próximo, así como de operaciones especulativas de fondos de inversión, que han aumentado la compra de contratos en la confianza de que los precios seguirán al alza a corto y medio plazo.
Trichet minimiza el efecto sobre el PIB
El portavoz del grupo de gobernadores de bancos centrales del G-10, Jean-Claude Trichet, afirmó ayer que la recuperación de la economía mundial no se ve amenazada por la subida del precio del petróleo, aunque subrayó que hay que mantenerse alerta porque es un aumento 'sustancial'. Tras la reunión del G-10 celebrada en la sede del Banco de Pagos Internacionales (BPI) en Basilea, los banqueros centrales se felicitaron por el llamamiento de Arabia Saudí de subir las cuotas de producción de la OPEP en 1,5 millones de barriles diarios. Trichet, por su parte, señaló que la evolución del mercado de obligaciones a largo plazo 'no es preocupante'.El máximo responsable del BCE explicó que 'la economía global está confirmando su crecimiento de manera estable, está bien repartido geográficamente y en todos los sectores'.Los gobernadores de los bancos centrales destacaron la necesidad de aumentar la productividad en el trabajo mediante reformas estructurales. Por último, se discutió sobre el problema del envejecimiento de la población y se pidió a los gobernadores más afectados que introduzcan reformas en los sistemas de pensiones y de seguros sanitarios.