Rumsfeld se disculpa por los abusos a los prisioneros de Irak
Donald Rumsfeld, secretario de Defensa de EE UU, abandonó ayer la pose arrogante de la que normalmente hace gala, y ofreció ayer una 'sincera disculpa' por los abusos cometidos por las tropas estadounidenses en la cárcel iraquí de Abu Gharib.
Rumsfeld, que testificaba ayer ante una comisión del Senado sobre el escándalo de las presuntas torturas dispensadas a los prisioneros iraquíes, dijo que asumía 'totalmente la responsabilidad' de estas acciones inmortalizadas en unas fotos que han dado la vuelta al mundo y han puesto al gobierno de George Bush en una difícil posición ante los países árabes y sus aliados.
Rumsfeld no ahorró críticas a lo que considera que ha sido un comportamiento 'no americano, terrible, ofensivo e indignante' de los soldados y dijo que ya se han tomado medidas para que no se repita. No obstante, el secretario de defensa descartó presentar la dimisión como le pide el partido demócrata, publicaciones como The New York Times y The Economist y parte del público presente ayer en la comparecencia que le increpó al poco de dar comienzo su declaración.
El jueves, Bush, que por primera vez desde su llegada a la presidencia se disculpó en público, dijo que mantendría a Rumsfeld en el gabinete. Ese mismo día los diarios se hacían eco de una filtración desde la Casa Blanca en la que se indicaba que Bush había reprendido a Rumsfeld por no hablarle de las fotos. El secretario de Defensa dijo que era culpa suya no haber informado al presidente antes.
Rumsfeld, que evitó mantener durante largo tiempo el contacto visual con los senadores durante las respuestas, especialmente con el republicano John McCain, anunció la creación de una comisión especial dentro del ejército que estudie estos casos y dijo buscará una forma de compensar a los detenidos.