Iberia lleva el nuevo Barajas ante la justicia
La cuenta atrás del nuevo Barajas ha comenzado; las dos nuevas pistas se calibrarán a partir del próximo agosto y la inauguración de la ampliación del aeropuerto de Madrid, en la que se han invertido 4.200 millones, ya ha sido fijada para el 18 de febrero de 2005. Pero este calendario es inviable. El contencioso que enfrenta, por un lado, al propietario de los aeropuertos, AENA; por otro, a Iberia y sus asociadas en One World; y, finalmente, a Spanair y a Star Alliance, mantienen colapsado el proceso de traslado a las nuevas terminales.
Hay que recordar que Iberia y sus aliadas con el 61% de los pasajeros, y Spanair y sus socios con el 17,2% de los viajeros, suman más de las tres cuartas partes del tráfico que soporta el aeropuerto de Madrid-Barajas.
Fuentes oficiales de la compañía de bandera, han confirmado que Iberia presentará en las próximas horas dos denuncias ante el Tribunal Central Contencioso Administrativo en relación con este asunto. En la primera pide que se modifique el reparto del nuevo área terminal (NAT) del aeropuerto de Madrid en la que AENA ha decidido que deben convivir las dos compañías y alianzas aéreas citadas.
La solicitud de Iberia, según el proyecto de documento de la denuncia que ultiman sus servicios jurídicos, pide que se revoque la decisión de AENA y se acuerde 'una distribución proporcionada, equilibrada y no discriminatoria de las compañías aéreas a las dos terminales resultantes de la puesta en funcionamiento del NAT'. Para la empresa que preside Fernando Conte, un reparto justo se logra 'mediante la asignación en exclusiva de la nueva terminal a la compañía Iberia y sus aliados o, en su caso, mediante la asignación en exclusiva de la T123 (edificios actuales)' a la compañía de bandera española y a sus socios.
En la segunda denuncia ante el Tribunal, Iberia exige la suspensión cautelar del proceso de traslado de las aerolíneas desde los actuales edificios al nuevo terminal. La compañía justifica la petición 'para evitar perjuicios' que, una vez consolidada la nueva situación, sean de 'imposible o difícil reparación'.
Ausencia
Para reforzar su negativa al reparto decidido por AENA, Iberia ha tomado la decisión de no acudir a las reuniones que, en los últimos meses, realiza semanalmente todos los martes una comisión de traslado en la que participan todos los implicados en el proceso de mudanza desde los edificios actuales hasta el NAT. Estas reuniones están patrocinadas por la Oficina de Transición de AENA, al frente de la cual está el alto directivo del ente público Ángel Gallego Ruiz.
En la comisión participan las compañías aéreas Iberia, Air Nostrum, las integrantes de One World, Spanair, las integrantes de Star Alliance, Aerolíneas Argentinas, Pulmantur y Air Plus (propiedad estas tres últimas de los empresarios Gonzalo Pascual y Gerardo Díaz). Ademas están presentes los agentes de handling, (servicios de facturación y embarque de pasajeros y mercancías) los agentes de carga, los responsables de las áreas comerciales de aeropuerto, etc.
Fuentes de la patronal del sector han señalado que desde que Iberia ha dejado de acudir a las convocatorias, las reuniones prácticamente ha dejado de celebrarse ya que 'todo el mundo es consciente de que mientras no se determine en que lugar va a estar situada la operación de la compañía que aporta el 60% de la actividad, es imposible ubicar al resto'.
Crecimiento
Luis García Ruiz, director de Coordinación del NAT de Iberia afirma que 'de la correcta solución del contencioso sobre nuestra futura ubicación en el nuevo aeropuerto de Barajas, depende en buena medida el futuro de la compañía'.
Señala de forma taxativa que se oponen la reparto decidido por AENA única y exclusivamente 'porque nos impide crecer'. A la vez señala que es pueril afirmar que 'queremos estar solos en una terminal, cuando hemos pasado nuestros 75 años de vida compartiendo Barajas y cuando en el planteamiento que hacemos para el NAT estaremos en este espacio con muchas otras aerolíneas'.
García Ruiz afirma que la ampliación de Barajas da como resultado un aeropuerto con dos áreas terminales, la vieja y la nueva, con una capacidad de unos 35 millones de pasajeros cada una. 'Si Iberia y su grupo suponen más del 60% del tráfico, es de pura lógica que una de las dos áreas debe sernos asignada. Lo contrario es condenar a la empresa a no poder crecer o a tener que tener dividida su operación'.
Contencioso. Los argumentos de la compañíaDenunciaPlan barajasCambio súbito
Iberia basa su denuncia en varios argumentos. Que el reparto impide su crecimiento. Que los aspectos negativos del NAT, pesan sobre los positivos. Que el reparto dificulta acuerdos entre aerolíneas. Que se impide la estrategia de distribución de vuelos y que la terminal antigua queda vacía.Asegura que el plan director de Barajas de 1999 estudió dos alternativas: que todas las compañías fueran al NAT y se anularan las antiguas terminales, o que Iberia y su grupo fuera al NAT y el resto se quedara en los edificios actuales. AENA tomo la segunda opción y se puso a trabajar sobre ella.Técnicos de AENA y de Iberia han trabajado cuatro años juntos para definir la nueva terminal y todos los parámetros están diseñados para que el NAT lo ocupara One World. En 2003 se suspendieron las reuniones, y en julio AENA adoptó la decisión de agrupar en el NAT el 75% del tráfico.
Parámetros
Iberia demuestra que en el plan Barajas de 1999 se decía que su grupo necesitaría en las nuevas instalaciones 63 pasarelas, 180 mostradores de facturación, 20 hipódromos de recogida de equipajes 8.000 plazas de aparcamiento. Esos son justo los parámetros que hoy existen en el NAT.