Acciona abre una etapa bajo la batuta de otra generación
El grupo Acciona inicia hoy una nueva etapa al tomar las riendas de la sociedad una nueva generación de la familia Entrecanales. José Manuel y Juan Ignacio, como presidente y vicepresidente, asumen la dirección de un grupo que dispone de unos recursos propios de 2.600 millones de euros y que pretende alcanzar el liderazgo en el sector mediante la compra o la fusión con FCC.
Tras más de 30 años al frente del grupo, los hermanos José María y Juan Entrecanales, ceden hoy el bastón de mando a sus hijos, José Manuel y Juan Ignacio, que ocuparán la presidencia y la vicepresidencia, respectivamente. La sucesión, difícilmente forjada a lo largo del pasado ejercicio, se produce en un momento crucial en la historia de esta empresa, que, gracias sobre todo a las enormes plusvalías obtenidas por la venta de acciones de Vodafone, dispone de unos fondos propios de 2.640 millones de euros.
Apoyado en esa capacidad financiera, ha iniciado su desembarco en el capital de FCC, de la que controla ya el 14%, en busca de la toma de su control definitivo a través del paquete del 25% que vende Veolia y con el punto de mira puesto en la posterior fusión de ambos grupos. El valor de esa participación ronda a precios de mercado los 1.000 millones y su adquisición permitiría a Acciona reinvertir las plusvalías acumuladas, con el consiguiente beneficio fiscal, en una empresa que complementa su cartera de actividades.
El también presidente de Vodafone España tendrá que pilotar con mucha mano izquierda ese intento de compra e integración con el que ha sido líder del sector de la construcción y los servicios en los últimos doce años. Sobre todo tras la reacción de rechazo que han generado en Koplowitz y su entorno las dos adquisiciones de paquetes de FCC.
El nuevo presidente tendrá que pilotar el intento de compra y fusión con FCC
La sucesión coincide con un momento clave en la historia del grupo
José Manuel y Juan Ignacio representan la tercera generación de la familia al frente de la empresa. Y aunque cambia la generación dirigente, la historia parece repetirse. Los nuevos gestores vivieron en una segunda fila pero muy de cerca un proceso de compra hostil que puede llegar a ser un referente ahora sobre cómo forjar una alianza con FCC: la compra de Cubiertas por el grupo Entrecanales a comienzos de la década de los ochenta.
En esta ocasión, sin embargo, el final de la contienda puede ser más rápido. Previsiblemente antes del verano Veolia y Esther Koplowitz habrán definido el futuro de las acciones de los franceses en FCC y, por tanto, Acciona sabrá las opciones que tiene para lograr su objetivo.
También pudiera ocurrir que la negociación entre la empresaria y Veolia se cerrara en falso, es decir, que Koplowitz recompre las acciones con el fin de vender todo o parte de ese paquete y no tenga buscado el comprador.
La inversión supera los 1.100 millones en 2003
La enorme liquidez acumulada en 2003 por la venta de las acciones de Vodafone, que supuso la entrada efectiva de 2.000 millones de euros, ha permitido al grupo acelerar al máximo su estrategia de inversión en busca de la diversificación. A lo largo de pasado ejercicio Acciona realizó inversiones por 1.116,8 millones. La mayor parte, 353,95 millones, se destinó a la división de energía, y 203,38 millones a la de servicios logísticos y aeroportuarios. El pago de Trasmediterránea y la compra del 8,7% de FCC se llevaron otra parte importante de ese presupuesto total. A través de esas adquisiciones, Acciona ha elevado el peso de las actividades de logística y energía en los beneficio brutos del grupo, donde ya representan el 20% y el 7%, respectivamente.Los fondos propios, se situaban a final del año pasado en 2.639 millones, 3,4 veces superiores a los de 2002. La posición neta de tesorería a 31 de diciembre era de 155,4 millones frente a una deuda neta de 725,6 millones un año antes y de 487 millones a 30 de septiembre de 2003. Ese cambio de los últimos tres meses se debe a la venta de la participación que mantenía el grupo en Vodafone, matriz, que supuso la entrada de 727 millones.En las cuentas anuales de 2003 se incluye también una provisión para riesgos y gastos por importe de 155 millones con la que pretende cubrir anticipadamente el impacto que se pueda derivar de la implantación futura de las normas internacionales de contabilidad, que serán obligatorias a partir del año que viene. La provisión se destinará, asimismo, a otros posibles desembolsos por amortizaciones anticipadas de fondos de comercio y otros imprevistos.