Crece la tensión en Coca Cola por la búsqueda de un presidente
Incertidumbre y desconcierto. Son palabras con las que buena parte de los analistas se refieren a Coca Cola estos días. La multinacional, bajo investigación por sus prácticas contables en EE UU, busca reemplazo a su presidente, Douglas Daft, que se retirará a finales de año, y la tensión que este proceso genera, crece.
Una buena muestra de esta tensión se vivió la semana pasada. El 11 de septiembre se anunció la salida de Deval Patrick de su puesto de abogado jefe de Coca Cola. Una parte del consejo parecía estar disconforme con la manera en la que ha gestionado los problemas legales de la firma con la SEC y la justicia estadounidense, y forzó su salida. Patrick era la octava baja en una lista de 13 ejecutivos nombrados por Daft en sus cuatro años como presidente. No obstante, tres días más tarde, la empresa se desdijo y comunicó la vuelta del abogado hasta fin de año.
Esta sorprendente ida y vuelta ha añadido desconcierto e incertidumbre a la empresa pocos días antes de la junta de accionistas.
La primera vez que desde la empresa se desconcertó a los inversores fue cuando dijo que buscaría fuera de Coca Cola un sustituto de Daft y no nombró automáticamente a su delfín, Steve Heyer. El número dos de Daft no es un hombre de Coca Cola de toda la vida, y se le considera un 'agente de cambio' que en parte ha sido quien ha animado buena parte de las salidas en la dirección. Eso sí, el cambio, que ni siquiera Heyer esperaba, y es totalmente nuevo en la cultura de la empresa de Atlanta, es la búsqueda de líder fuera de sus actuales filas.
En cierta medida, lo que se trasluce tras el episodio de Patrick, es sobre todo una cierta parálisis en el proceso de toma de decisiones de la empresa. En declaraciones a The Wall Street Journal, Andrew Conway, de CSFB, aseguraba que decisiones como las que afectan a Patrick 'muestran que el consejo está teniendo un papel relevante a nivel corporativo, algo tradicionalmente reservado al presidente y consejero delegado'.
Según un reciente informe de William Pecoriello, de Morgan Stanley, las disensiones dentro del consejo que ha mostrado el caso Patrick, evidencian además que hay tensiones que 'pueden dar lugar a una división en la forma en la que la búsqueda de un presidente/consejero delegado, se está gestionando'.
Las últimas filtraciones indican que el proceso de búsqueda está muy avanzado y que el elegido será un ejecutivo extraño a Coca Cola. En un informe del 11 de abril, Morgan Stanley reducía las posibilidades de que Heyer llegara a ser presidente a un 33%. Los analistas señalan, sin embargo, que Heyer tiene el apoyo de los embotelladores, con quienes ha construido una buena relación en los últimos años y, en particular, Pecoriello sugiere que sería un error ignorar el mensaje de este grupo. Para este analista el problema es que si Heyer se va la toma de posesión del sustituto dará lugar a lentos ajustes en una compañía que necesita más innovación.
Un consejo bajo la lupa de los revueltos accionistas
Herbert Allen, consejero de Coca Cola, firmaba el 15 de abril una corta columna de opinión en The Wall Street Journal reaccionando a lo que considera una 'caza de brujas'. Con estas tres palabras y un tono furibundo lanzaba dardos sobre Institutional Shareholders Services, una consultora para inversores que ha pedido que no se apoye la reelección de Warren Buffett al consejo auditor de la empresa.Calpers,el mayor fondo de pensiones del mundo, y quizás junto con el propio Buffett uno de los inversores más influyentes del mundo, planea hacerlo. Los gestores de Calpers además retirarán el apoyo en la junta, que se celebrará el 21 de abril al propio Allen y otro consejero más, Donald Keough. Dicen que tienen relaciones de negocio con una consultora que trabaja para Coca Cola.Calpers e ISS afirman que Buffett tiene conflictos de intereses con la firma de bebidas y, además, preside un comité de auditoría que permite trabajos de consultoría por parte del auditor, algo que está en contra de lo que se considera un buen gobierno empresarial.ISS publicó un comunicado de réplica al editorial de Allen precisando que no es su intención que Buffett (quien tiene alrededor de un 8% de la empresa) sea censurado como miembro del consejo de administración, aunque sí del auditor.Los planes de censura de Calpers e ISS no son exclusivos para Coca Cola. Forman parte de una tendencia de creciente inconformismo accionarial en EE UU. Disney, Citigroup, American Express, entre otras empresas, se enfrentan o han enfrentado a situaciones similares. Los accionistas están convencidos de que la transparencia y el buen gobierno cotiza al alza y no quieren dejar pasar la oportunidad de velar por sus intereses. En el caso de los fondos de pensiones, ahora es obligatorio que informen a sus inversores de cómo votan en las juntas por lo que están aumentando la presión más que nunca.