Los sindicatos denuncian un proceso de regulación de empleo encubierto en SCH
El Grupo Santander está inmerso en un proceso de regulación de empleo encubierto y prevé despedir a 700 trabajadores este año, según los sindicatos, que denuncian que la entidad ya ha acometido 200 de estas bajas en lo que va de ejercicio. Creen que el banco se ha decantado por los despidos, porque son más baratos que las prejubilaciones realizadas en años anteriores y que este año estudian otras entidades.
Los responsables de Banca de UGT y CC OO, José Antonio Gracia y María Jesús Paredes, respectivamente, sostienen que el banco presidido por Emilio Botín presiona a determinados trabajadores para que acepten las condiciones de las "bajas voluntarias" que les ofrece. Su estrategia, detalló Paredes, es elevar la indemnización que le corresponde al empleado por despido, a cambio de que éste "no avise a los sindicatos". Asimismo, denunció que la entidad ha hecho este tipo de ofertas a personas de baja o embarazadas.
El representante de CC OO calificó por su parte de "persecución sin sentido" la actuación del Santander y critica que esté despidiendo a tanta gente para recortar sus costes cuando paga más de 21 millones de euros al año a su Consejo de Administración, integrado por veintiún miembros.
Frente a esa realidad, las jubilaciones a los 53 o 54 años acometidas desde que se ejecutó la fusión del Santander con Central Hispano tienen un coste para la entidad similar a "mandar el sueldo a casa a un empleado que está de vacaciones", explicó Gracia. Por eso, asegura que SCH ha preferido despedir, al ser más barato.
Por todo esto, no sólo están en contra de estas medidas, contra la que se estudian movilizaciones, sino que defienden que los ajustes de los últimos años han dejado al Santander con un déficit de personal de 1.500 trabajadores.