El Bundesbank cede a las presiones y aparta del cargo a Welteke por el escándalo
La directiva del Bundesbank ha tomado hoy la primera medida para limpiar su imagen, dañada tras conocerse que su presidente Ernst Welteke aceptó una invitación privada de Dresdner Bank. Lo relevará temporalmente del cargo por su número dos, Jürgen Stark, respondiendo de urgencia a la exigencia con la que Berlín ha pedido hoy asunción de responsabilidades.
El sucesor interino de Welteke, reconocido economista, próximo a la oposición cristianodemócrata y ex asesor del anterior canciller, Helmut Kohl, ostentaba hasta hoy el cargo de vicepresidente de la entidad. Por ahora, ésta asegura no disponer de "motivos suficientes" para forzar el cese de Welteke.
La crisis se desató el pasado fin de semana, cuando Der Spiegel publicó una polémica y certera información, tras recibir varios anónimos procedentes del Ministerio de Finanzas con copias de las facturas por más de 7.661 euros pagadas por el cuarto banco más importante de Alemania. Las pruebas materiales de los festejos en Berlín por la entrada en vigor del euro, a los que asistió Welteke, junto a su esposa y otros tres familiares, con los gastos pagados y en el lujoso hotel Adlon.
La prensa sensacionalista no tardó en hacerse eco del "error" del funcionario público, presidente de la institución encargada de la supervisión bancaria en Alemania y miembro del consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE), de aceptar que su Nochevieja de 2001 corriera a cargo de una entidad financiera privada. Welteke, quien no ha cesado de recibir peticiones de dimisión, tardó en disculparse pero finalmente lo hizo ayer, tras reembolsar la víspera la mitad del importe de las cuatro noches de hotel en concepto de "parte privada". Hasta hoy, se ha negado sin embargo a dimitir, ni cree que la credibilidad del Bundesbank se haya resentido por el caso.
24 horas de vértigo
Ayer, conforme las presiones que siguieron al escándalo crecían, el diario Financial Times Deutschland apuntó dos nombres como posibles sucesores de Welteke, cuyo contrato expira oficialmente en 2007. Uno era Stark, de quien la publicación dijo que tenía pocas posibilidades, y Caio Koch-Weser, que fue candidato a Director General del Fondo Monetario Internacional (FMI) y vencido por Horst Köhler.
Acababa de trascender la noticia de la apertura de una investigación preliminar por parte de la Fiscalía de Francfort sobre la invitación. El ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, solicitó a primera hora de hoy a la directiva del Banco Central que contribuyera al "esclarecimiento profundo" sobre la conducta de su presidente, Ernst Welteke, al aceptar una invitación del Dresdner Bank. Las acusaciones contra Welteke deben ser aclaradas "rápida y totalmente", afirmó Eichel. Aunque sin intervenir oficialmente sobre la necesidad de una dimisión, el Gobierno de Gerhard Schröder se distanciaba de Welteke, haciendo hincapié en que no permitiría semejante conducta de uno de sus ministros.
En el escueto comunicado divulgado tras la reunión de hoy, Welteke confiesa que ha pedido al directorio de la entidad que "investigue íntegramente, y sin prejuicio de mi persona, las acusaciones hechas contra mí". Por su parte, el banco central asegura que no puede forzar su cese, puesto que no dispone de pruebas que reflejen una "falta de ética profesional" de su máximo responsable, informa Reuters. Simplemente, reza la nota, le recomendó "abandonar temporalmente su cargo a partir de hoy" y el banquero aceptó.