Bellsouth allana el camino a Telefónica con los accionistas minoritarios rebeldes
Cuando Telefónica anunció la compra de los activos latinoamericanos de Bellsouth hizo pública su intención de hacer extensiva la oferta de compra a los socios minoritarios de las filiales. Lo que no dijo es que alguno de estos accionistas tenía el poder de vetar la operación o de condicionar parte del resultado.
Los problemas fundamentales se centran en dos países, Argentina y Venezuela, que son precisamente las naciones que albergan dos de las filiales más importantes contempladas en la transacción. De hecho, Telefónica Móviles está dispuesta a pagar 1.000 millones de dólares por cada una de ellas en una operación que engloba a 10 empresas y que está valorada en su totalidad en 5.850 millones de dólares.
Para encontrar la raíz del conflicto hay que remontarse a los pactos que firmó Bellsouth con sus socios minoritarios cuando constituyó las filiales en América Latina. En Argentina se alió con BGHI y además de un 13,3% del capital le dio un derecho preferente de compra sobre su participación. Este derecho ha permanecido dormido durante años, porque la estadounidense no ha movido su porcentaje, pero ha cobrado una gran importancia en cuanto se ha hecho público el pacto con Telefónica.
En Venezuela el problema no está tanto en el capital a adquirir como en el precio de ciertos paquetes. Bellsouth y el grupo Cisneros tienen firmado un complejo acuerdo de compraventa de acciones que en estos momentos está en un tribunal de arbitraje. Y todo porque la compañía venezolana inició en 2000 el proceso para vender parte de su participación y hoy, entrado 2004, todavía no lo ha conseguido.
La pelea entre Cisneros y Bellsouth incluye un amplio abanico de acusaciones. El primero culpa al segundo de haber roto el pacto de accionistas y busca una indemnización por la tardanza en llegar a una valoración de la filial que permitiera la venta. La segunda insiste en que el proceso de desinversión no se inició correctamente y que es inocente del resto de las acusaciones.
Un coste más alto
Sea cual sea el fondo de la demanda, lo que está claro es cuál puede ser el resultado. Bellsouth ha advertido a sus accionistas en su informe anual de 2003 de que el precio a pagar por el paquete en venta de Cisneros 'puede ser sustancialmente más elevado que el valor de mercado de la compañía'.
Y en este escenario es en el que ha entrado en juego Telefónica. La buena noticia es que Bellsouth ha asumido como suya la responsabilidad de los frentes conflictivos y, por si acaso, los abogados de la operadora española han logrado cubrirse las espaldas.
El resultado es que a tres semanas de la firma del acuerdo de compra uno de los problemas ha dejado de serlo. Los socios argentinos no sólo han renunciado a ejercer cualquier posibilidad de dar al traste con las intenciones de Telefónica Móviles de comprar la filial, sino que han accedido a vender. Según fuentes conocedoras de la situación, Bellsouth se ha hecho con el 13,3% que estaba en manos de BGHI y en estos momentos ya tienen el 100% de Movicom.
En Venezuela la situación está más lejos de arreglarse, aunque la detonación, en caso de que la haya, estará más o menos controlada. Telefónica Móviles sólo está obligada a comprar la filial en este país a Bellsouth si puede tomar el 100%, es decir, sin minoritarios conflictivos. La mala noticia es que, si la estadounidense no logra arreglar la situación con Cisneros, la española se quedaría sin uno de los más preciados activos de la compra. Para no cerrarse ninguna puerta, Telefónica ha arrancado a Bellsouth la posibilidad de decidir quedarse con la filial aunque siga habiendo minoritarios. Será exclusivamente decisión de la española y, eso sí, cualquier impacto que tenga el juicio por arbitraje lo pagará Bellsouth.
Colombia refinancia su deuda con 27 bancos
La filial colombiana de Bellsouth ha concluido con éxito la refinanciación de una deuda que podía acarrear serios problemas a la compañía. Según publicó Portafolio, la compañía ha logrado llegar a un acuerdo con los 27 bancos acreedores para refinanciar 337 millones de dólares de pasivo y alargar los términos de la deuda hasta 2007.Además de la renegociación de la deuda, la filial colombiana emitirá un bono convertible en 100 millones de acciones que se canjeará por 176,5 millones de dólares de deuda. La operadora pone fin así a un proceso que ha llegado a situarla al borde de la suspensión de pagos. De hecho, Bellsouth y Telefónica tenían ya previsto un plan de emergencia para hacer frente a tal situación.Todos estos movimientos supondrán ajustes en el precio que finalmente pague Telefónica. Los 5.850 millones de dólares por las 10 operadoras son un máximo y de ahí se descontará la deuda y la participación de los minoritarios que no quieran vender. La negociación con los otros socios está reservada en exclusiva a Bellsouth, que tiene libertad para fijar precios.