Bruselas obliga a Microsoft a lanzar un nuevo Windows en 90 días
La CE ha concedido a Microsoft un plazo de 90 días para que comercialice en el mercado europeo dos versiones del sistema operativo Windows: una, con la aplicación de Microsoft para la reproducción de vídeo y audio, y otra sin ella. Bruselas sienta un peligroso precedente para la estrategia comercial de la multinacional estadounidense que domina las pantallas del 95% de los ordenadores del planeta.
Mario Monti logró ayer cerrar la investigación que le ha perseguido durante los cuatro años y medio que lleva ocupando la cartera de Competencia en la Comisión Europea (CE). Cuando apenas faltan seis meses para que concluya su mandato, el comisario italiano dictaminó ayer que 'Microsoft ha infringido la legislación de competencia en la Unión Europea utilizando su cuasi monopolio en el mercado de sistemas operativos para ordenadores personales con el fin de afianzarse en otros mercados'.
El expediente se cierra, por ahora, con la mayor multa en los 40 años de historia de la política comunitaria de competencia. Microsoft deberá abonar 497,2 millones de euros en un plazo de tres meses o presentar un aval bancario de pago si desea recurrir ante el Tribunal de Primera Instancia de la Unión Europea.
Bill Gates tiene la intención de impugnar la decisión, lo que augura que el caso seguirá haciendo sufrir al sucesor del comisario italiano o al propio Monti si repite mandato. Una hipotética derrota judicial de la compañía añadirá a la sanción unos intereses del 5,5%.
Monti ha preferido sentar un precedente antes que aceptar un Windows con tres reproductores
La multa supone sólo el 1,62% de la facturación mundial de Microsoft, pero alcanza el 8% de los ingresos de la multinacional estadounidense en los mercados de Europa, África y Oriente Próximo (la organización geográfica de Microsoft agrupa esas tres áreas). 'La atención se ha centrado demasiado en el alcance de la multa', señaló ayer Monti. 'Pero lo más valioso de la decisión son los remedios adoptados'.
Bruselas ha concedido a Microsoft un plazo de 90 días para que comercialice en el mercado europeo dos versiones del sistema operativo Windows: una, con la aplicación de Microsoft para la reproducción de vídeo y audio, y otra sin ella.
Si los jueces no lo frenan, los fabricantes de ordenadores y los usuarios particulares podrán optar en breve por un programa rival (Real Player, de Real Networks, es uno de los principales del mercado). La Comisión Europea prohíbe a Microsoft que tiente con descuentos a lo fabricantes para que se decanten por Media Player. Y Bruselas velará para impedir que la multinacional estadounidense reduzca el atractivo comercial de la versión de Windows sin Media Player con alguna estratagema tecnológica o contractual.
Muchos especialistas dudan de la efectividad de la medida impuesta por la CE, visto el fracaso de un precedente similar en EE UU. Los abogados de Microsoft cuestionan además la racionalidad de obligar a una compañía a comercializar una versión 'empobrecida' de un producto.
Asimismo, Bruselas obligará a Microsoft a que, en el plazo de 120 días, divulgue toda la documentación necesaria para que los servidores de sus competidores sean totalmente compatibles con el sistema Windows. La Comisión acusaba a Bill Gates de 'haber restringido hasta ahora deliberadamente esa interoperabilidad para conquistar una posición dominante en ese mercado'. Los abogados de Gates pedirán al tribunal la suspensión cautelar de esta medida hasta que se resuelva el recurso.
Para Bruselas, las medidas correctoras son la única manera de proteger el derecho de los consumidores a elegir y restablecer la competencia en el sector. 'Cuando el abuso de una compañía expulsa a otras empresas del mercado, los consumidores disfrutan menos posibilidades de elegir y soportan precios más altos'.
'Necesitamos la innovación para poder sobrevivir'
Rosa García, consejera delegada de Microsoft Ibérica, cree que el de ayer fue 'un mal día para toda la industria informática'. La multa de 497,2 millones de euros impuesta por Comisión Europea no duele tanto a Microsoft como la orden de crear una versión de Windows que no incluya el reproductor de vídeo y música Media Player. 'Nos piden lo imposible', asegura García.Microsoft lleva desde 1989 incluyendo prestaciones multimedia dentro de su sistema y eliminar el Media Player supone prescindir de 20 funcionalidades de Windows XP. 'Nuestras investigaciones apuntan a que los usuarios quieren trabajar con vídeos, fotografía digitales, archivos musicales... Lo que nos piden es una marcha atrás', insiste.García defiende que hubiese sido mucho más positivo que la Comisión aceptase su propuesta de incluir en Windows los tres reproductores multimedia de la competencia, además del suyo propio.Microsoft reconoce que estuvo a punto de llegar a un acuerdo con Monti, pero el apartado en el que se quería comprometer a que la compañía renunciase a incluir otros productos en las próximas versiones de Windows les echó para atrás.'No sabemos lo que nos depara el futuro y se estaba poniendo en peligro nuestra capacidad de innovar', dice García. 'El software no se gasta. La única forma que tenemos para que el consumidor quiera comprar una nueva versión de Windows es acercarnos al máximo a sus demandas. Necesitamos la innovación para sobrevivir'.Microsoft está dispuesta a recurrir esta multa, pero Rosa García asegura que su principal interés es resolver sus diferencias cuanto antes. 'No nos interesa mantener un área de conflicto con los Gobiernos y las leyes europeas'.
El comisario augura más competencia en el sector
El comisario subraya que 'la mayor competencia siempre presiona para que los precios sean más bajos que en un escenario no competitivo. Esto es particularmente cierto en mercados como éste, en los que la innovación es crucial'.Desde Redmond, la sede central de Microsoft, Steve Ballmer, presidente ejecutivo, aseguró ayer: 'Respetamos la autoridad de la Comisión. Pero nuestra propuesta de acuerdo de la pasada semana hubiera ofrecido más beneficios y posibilidades de elección a los consumidores'.La Comisión rechazó la oferta de Microsoft de añadir al sistema Windows en todo el mundo varios programas de reproducción de audio y vídeo además del suyo propio. Monti ha preferido adoptar una decisión que siente un claro precedente para que en el futuro la Comisión pueda lidiar con mucha más rapidez con casos similares.El comisario se niega, sin embargo, a especular sobre la apertura de nuevos expedientes contra Microsoft (ya hay quejas de los competidores contra la versión XP de Windows). La CE reconoce que las futuras prácticas comerciales de Microsoft 'deberán juzgarse caso por caso'.