La SEC investiga a bancos de inversión por la venta de bonos de Worldcom
Citigroup, JP Morgan, Bank of America y Deutsche Bank están en el punto de mira. El regulador de EE UU ha iniciado una investigación sobre determinados analistas de los bancos que pudieron ocultar información de Worldcom con el fin de vender sus bonos.
El organismo regulador estadounidense (SEC por sus siglas en inglés) sigue en su empeño de luchar contra el fraude y abre investigaciones a la mínima de sospecha. En este sentido, acaba de anunciar que está indagando la venta de bonos de Worldcom que hicieron Citigroup, JP Morgan, Bank of América y Deutsche Bank.
Las pesquisas se han iniciado después de una demanda interpuesta por los inversores que compraron deuda corporativa y que aseguran que los analistas no les informaron del riesgo que suponía invertir en la compañía. La acusación se refiere a una emisión de bonos que Worldcom realizó en mayo de 2001, 14 meses antes de la quiebra, por 10.000 millones de dólares. 'Los bancos tenían mucho más acceso a lo que estaba ocurriendo dentro de Worldcom de lo que reconocen actualmente', reza en la demanda.
Las acusaciones de los tenedores de bonos van dirigidas contra nombres concretos. En la lista está Jack Grubman, analista estrella y polémico de Salomon Smith Barney, ahora Citigroup Global Market, durante la burbuja tecnológica. Grubman abandonó la firma de inversión en medio de fuertes acusaciones que ponían en duda la objetividad de sus informes en el sector de las telecomunicaciones.
En febrero de 2001, antes de la emisión de bonos, Grubman aconsejó a sus clientes comprar acciones de Worldcom por las fuertes expectativas de generación de cash-flow. Las acciones estaban entonces a 20,75 dólares. 12 meses después bajó el consejo a neutral, cuando ya los títulos estaban en 3,98 dólares, un 81% menos.
Los bancos inculpados han señalado que su actuación fue la correcta y que no existen argumentos por los que se les pueda acusar de fraude.
La venta de bonos de la operadora tuvo mucho éxito, pero las ganancias iniciales se convirtieron en una auténtica lacra para los inversores un tiempo después. 'Cuando la SEC investiga uno puede estar seguro de que si no hay fuego, al menos sí hay humo. Esto pone en duda totalmente a los bancos que vendieron los bonos', comenta un gestor.
La quiebra
Worldcom se declaró en quiebra en julio de 2002. Supuso un mazazo para los inversores, cuya confianza ya estaba muy herida con el caso Enron. La empresa ocultó gastos por 3.850 millones de dólares. Fue el mayor escándalo contable de la historia de EE UU.