El plan estratégico de Parmalat mantiene las marcas Clesa y Cacaolat
Parmalat hizo público ayer un esbozo de lo que será su plan de reorganización para salir de la crisis. El grupo de alimentación concentrará su actividad en 30 marcas, entre otras Clesa y Cacaolat. Los gestores cifran la deuda en 14.800 millones de euros y prevén canjear parte por acciones.
Es un buen negocio...', dijeron fuentes de la compañía en referencia a Clesa, filial española de Parmalat. Casi tres meses después de la suspensión de pagos del grupo italiano, el equipo gestor, a cuyo frente se sitúa Enrico Bondi, presentó un resumen del plan de reestructuración financiera e industrial, en el que se recoge la intención de concentrarse en 30 marcas, frente a las 120 de la actualidad. Dos de esas enseñas son las españolas Clesa y Cacaolat.
Con todo, el grupo reconoce que el proceso 'no está cerrado' y que en breve contratará a un asesor industrial 'para realizar la selección'. Fuentes cercanas a la empresa aseguran que el plan definitivo, en el que se desvelará el futuro de las filiales país por país, no estará listo 'hasta dentro de un par de meses'.
La compañía pondrá especial énfasis en 'la actividad de bebidas (leche y zumo de frutas) y productos lácteos derivados'. La nueva Parmalat será 'un grupo italiano con una estrategia multinacional y con coordinación centralizada' explica el plan.
Además de Italia, el grupo prevé mantener un nivel elevado de ventas en España, Canadá, Australia, Suráfrica y Venezuela, 'países con alto potencial en determinadas categorías y caracterizados por una fuerte demanda de productos saludables, con disposición para pagar un sobreprecio para las marcas Parmalat' dijo la compañía en un comunicado. El grupo desinvertirá en las actividades consideradas 'no estratégicas'.
Según el documento, la deuda financiera bruta del grupo asciende a 14.800 millones de euros, de los cuales 4.200 millones son préstamos con bancos italianos y extranjeros, 9.400 millones están relacionados con colocaciones públicas y privadas de bonos y otros 1.200 millones en derivados y titulizaciones.
La empresa prevé una reestructuración de la deuda, que incluye canjearla en parte por acciones. 'Los acreedores recibirán acciones que cotizarán en un mercado regular' método que se considera 'el sistema más efectivo para alcanzar los objetivos fijados'.
Otras formas de obtener recursos para pagar a los acreedores incluyen 'acciones legales que están siendo estudiadas actualmente', añadió el comunicado sin dar detalles. Fuentes cercanas al proceso dijeron previamente a Reuters que el administrador de Parmalat, Enrico Bondi, está considerando acciones legales contra algunos bancos que tuvieron negocios financieros con la anterior directiva de Parmalat, incluyendo la venta de bonos.