Un Gabinete basado en tres pilares
La dirección del PSOE y los dirigentes territoriales con mayor peso en esta formación política han dejado a José Luis Rodríguez Zapatero total margen de maniobra para poder conformar un Gobierno a su medida, ya que los principales sectores del partido dan por amortizadas las hipotecas iniciales con las que el líder socialista se vio aupado en julio de 2000 a la secretaría general del PSOE.
En este nuevo escenario para Zapatero han influido los dramáticos acontecimientos que rodearon la cita electoral. El esquema inicial de campaña, que llegó a tener cierta contestación interna, finalmente se ha demostrado eficaz a pesar de que algunos siguen estableciendo vínculos entre la victoria electoral y los trágicos sucesos del 11-M.
Entre los informes que estudia Zapatero para decidir la nueva estructura de Gobierno destaca la previsión de crear hasta tres vicepresidencias, desde las que se coordinarían todos los ministerios económicos, los departamentos más políticos y los de contenido social. A estos últimos Zapatero les quiere dar una gran relevancia.
Sebastián abordó ayer con el líder del PSOE los planes para el área económica
Este esquema se puede ver complementado con la creación de tres comisiones delegadas para estas mismas áreas de gobierno, pensadas para articular políticas cuyas competencias han sido transferidas a las comunidades autónomas. Sería el caso, por ejemplo, de las que afectan a sanidad y educación.
Esta iniciativa elevaría el rango de las actuales conferencias autonómicas sectoriales para favorecer la participación de los distintos Ejecutivos autónomos en las políticas que se deciden desde el Gobierno central.
No está del todo decidido si se fusionarán los departamentos de Economía y Hacienda, esquema que funcionó hasta la llegada del PP al poder. Zapatero se reunió ayer con el profesor Miguel Sebastián para abordar esta cuestión, ya que está llamado a responsabilizarse de este área de gobierno.
Fuentes seguras consideran que el líder socialista adoptará la decisión última teniendo en cuenta tanto los criterios técnicos como los políticos. Los primeros alimentan la conveniencia de aprovechar las sinergias de Economía y Hacienda. Pero, al mismo tiempo, hay aspiraciones políticas que el secretario general del PSOE estaría dispuesto a atender. Por ello no se descarta que, finalmente, Sebastián asumiera la cartera de Economía y la consejera andaluza Magdalena Álvarez la de Hacienda.
Tampoco está decidido quién desempeñará la cartera de Trabajo, pese a que durante la campaña electoral se barajó el nombre del ex secretario general de Comisiones Obreras, Antonio Gutiérrez. Hasta la dirección del PSOE han llegado las reservas de UGT hacia esta posibilidad y la sospecha de que tal nombramiento es visto también con reticencias en CC OO y en la patronal CEOE.