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CincoSentidos

Dormir como reyes

De origen oriental, desde el Mar de la China a la India, las camas con dosel formaron parte muy pronto del mobiliario europeo de los palacios, de las casas de los nobles y de las mansiones de las personas más adineradas. No solamente fueron adoptadas por dinastías como la francesa de Luis XII, sino también fueron adaptadas y modificadas en otros ambientes, aunque casi siempre en su ornamentación predominaron las telas y pasamanerías con influencias orientales.

Ese influjo se muestra incluso en la otra forma de llamar estos muebles: camas con baldaquín. Y es que esta última palabra es una deformación de cómo se conocía en la Edad Media a la ciudad de Bagdad.

Después estas camas fueron más utilizadas, pero aligerando su decoración, en las etapa colonial romántica, para dejar después de formar parte del mobiliario usual tras la era victoriana. Sin embargo siempre se mantuvieron como una señal de identidad para los seguidores del intelectualismo orientalista o como atractivo decorativo y reclamo para hoteles diferentes como los rescatados castillos.

Varias casas de decoración ofrecen modelos para clientes caprichosos

Y tal vez por ello y ya que sobreviven en los que ahora se conocen en todo el mundo como hoteles con encanto, las casas de decoración más sofisticadas mantienen un producto destinado básicamente a los clientes más caprichosos. Así, por ejemplo, firmas como La Maison Colonial, Artespaña o Roche Bobois ofrecen modelos de esas características; y en este último caso se muestran modelos en los que han tenido impacto lejanas culturas. Así su diseñador Jacques Luzeau señala que se ha inspirado en el arte tradicional asiático que se ha desarrollado desde el Tibet a China: la llamada ruta del té. Se trata de bocetos en los que se recogen 'las tradiciones ancestrales y nómadas' para adaptarlas a las posibilidades que se abren con las nuevas ideas de la arquitectura de interiores. 'Ninguna idea está vetada', señalan estos diseñadores, aunque son conscientes que se deben adaptar a las circunstancias que vivimos en el siglo XXI.

En este sentido, añaden que es preciso contar con las características y las medidas de las habitaciones de las casas en las que ahora se van a ubicar estos muebles, que generalmente son elegidos por personas que viven en un entorno urbano en grandes ciudades. Estas recomendaciones apuntan a que la habitación no tenga menos de 30 metros cuadrados y que cuente con gran luminosidad.

Los materiales de las que están hechas varían desde las maderas, como la teka, a los hierros forjados. Además algunos decoradores actuales han optado por 'falsos doseles' y proponen la instalación de rieles, en los que el peso de la estética corre a cargo de las telas elegidas, ya sean linos o brocados.

Pero siempre teniendo en cuenta que el dormitorio es la pieza más importante de la casa, el lugar en donde se ambientan los sueños. Y la cama, como señala la doctrina china el feng shui, su ubicación puede ser básica para la estabilidad emocional de sus usuarios

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