Una sombra en EE UU
A la economía de EE UU, pese a su crecimiento, le cuesta superar la prueba más importante: crear empleo. Los decepcionantes 21.000 puestos de trabajo creados en febrero y la revisión a la baja de los meses anteriores son una pésima evolución. Los analistas esperaban unos 130.000 empleos nuevos, es decir, seis veces más, que, aun así, no bastarían para dar la vuelta a la tendencia de un mercado laboral que la Reserva Federal mira con lupa para decidir un cambio en la política monetaria con un alza de tipos. Como Alan Greenspan ha venido diciendo, el empleo y la inflación dan signos de crecer muy lentamente. Los datos de ayer hacen pensar que la paciencia de la que ha hablado la autoridad monetaria se mantendrá. Las Bolsas también parecen haber digerido sin problemas el mal dato, lo que denota un creciente grado de optimismo de los inversores. Donde hay más nervios es en la Casa Blanca. El presidente Bush se enfrenta a las urnas tras una legislatura en la que se han perdido 2,2 millones de empleos, mientras la sombra de la deslocalización se cierne sobre muchos sectores en EE UU. El peligro es que esta situación excite más el nuevo proteccionismo.