González irrumpe en la campaña para apoyar la política económica del PP
El Partido Popular (PP) se ha encontrado con un inesperado aliado a escasas fechas de las elecciones generales del próximo 14 de marzo. El presidente del BBVA entró, sin anunciarlo, en campaña electoral y elogió, en la junta de accionistas de la entidad bancaria celebrada el sábado en Bilbao, la 'política de estabilidad macroeconómica y de reformas estructurales', realizada 'estos últimos ocho años', los mismos que lleva el PP en el poder.
Lectura económica con mensaje político. Francisco González se aplicó a fondo en la primera parte de su discurso para defender la estrategia utilizada estos últimos años por los gestores de la economía española. Para apoyar su tesis señaló que España fue en 2003 'la más destacada excepción al triste panorama europeo, con dos de sus principales economías lastradas por problemas estructurales'. El crecimiento 'en nuestro país fue del 2,4%, que contrasta con el escaso 0,4% del área euro'.
González realizó en su intervención un dibujo del panorama mundial el pasado ejercicio económico en el que España ocupó un lugar destacado y bastante bien amparado. Así, afirmó que el crecimiento en China fue 'espectacular', importante en Estados Unidos y en distintos países asiáticos, positivo 'pero por debajo del potencial' en América Latina y 'muy decepcionante' en Europa, salvo España.
La economía española ha dado estos últimos años un salto cualitativo, en opinión del presidente del BBVA, 'ya que la convergencia real con las economías de referencia en la Unión Europea ha progresado en cerca de ocho puntos'. 'A finales de 2003, la renta media española suponía casi un 86% de la media europea', sentenció González.
El primer ejecutivo de la entidad financiera desgranó la receta aplicada para conseguir estos logros. El dinamismo de la economía española, impulsado por su acceso a la UEM (Unión Monetaria Europea) y 'por una política de estabilidad económica y de reformas estructurales', permitió 'una vigorosa creación de empleo' que cifró en más de cuatro millones los puestos de trabajo generados 'en los últimos ocho años'.
Crecimiento 'robusto'
Su elogio a la política económica del PP, partido que no citó ni en su discurso ni en el turno de respuestas a los accionistas, fue más allá. La decidida capacidad, en las dos últimas legislaturas, por generar empleo e instalar un crecimiento 'robusto', incluso en un entorno económico europeo desfavorable, es 'un rasgo nuevo y positivo de nuestra economía', añadió.
Francisco González apostó, para seguir en la senda marcada hasta ahora, por mantener un 'significativo diferencial' de crecimiento con el conjunto del área euro. No dudó, sin embargo, en enviar un recado a los futuros responsables de la política económica española. Les instó a profundizar en las reformas de los mercados que 'tan buenos resultados han producido hasta ahora' y a elevar la inversión en educación y en tecnología para mejorar 'nuestra competitividad futura' en un entorno de globalización y desarrollo tecnológico acelerado'.
Alabanzas
2,4% de crecimiento en España en 2003 frente al 'escaso' 0,4% del área euro, 'con dos de las principales economías lastradas por problemas estructurales'.86% es la renta media española sobre la europea, lo que supone un acercamiento de ocho puntos porcentuales. 8 años es el periodo mágico en el cual España ha conseguido crear cuatro millones de empleos y establecer un escenario 'nuevo y positivo', incluso en un entorno europeo desfavorable.
Dimisión: El presidente se inhibe a la hora de la votación
El único momento crítico de la reunión con los accionistas se produjo cuando uno de ellos, Andrés Jiménez del Moral, solicitó la dimisión del presidente, petición que acompañó con una insinuación de presentación de una acción social de responsabilidad. Al votar, el notario de la junta pidió que concretara su propuesta, pero el accionista había abandonado la sala. La propuesta se rechazó por mayoría en una votación en la que González se inhibió y no votó.
Eficiencia: 'Queremos conseguir muchos Fosburys'
González ante la pregunta de un accionista sobre la posibilidad de mejorar la ratio de eficiencia, contestó que 'sí'. Para conseguir este objetivo, que requiere de buenas dosis de innovación y de equipo humano, buscó un paralelismo en el atleta Richard Fosbury, quien revolucionó, en la Olimpiada de México de 1968, la disciplina de salto al superar el listón elevándose de espaldas y conseguir un nuevo récord mundial. 'Queremos conseguir muchos Fosburys', sentenció.
Un público totalmente entregado
La mayoría de los asistentes a la junta del BBVA, cerca de 2.000, se entregó a su presidente. Quizá porque buena parte de los asientos del Palacio de Euskalduna estaban ocupados por más de un millar de directivos del banco procedentes de América Latina y España.González, que en 2003 mantuvo una actitud autoritaria con los accionistas, mostró su cara más amable y no pudo reprimir la emoción, teñida de lágrimas, al agradecer a 'los más de 86.000 colaboradores' del BBVA su esfuerzo y dedicación para plantearse 'objetivos cada vez más ambiciosos'. Una salva de aplausos fue su premio.Los ejecutivos de la entidad habían tenido el día anterior una reunión con la cúpula directiva, con premios incluidos para tres directivos, en una velada amenizada, entre otros, por los integrantes del Club de la Comedia.
Este año será el del crecimiento del grupo
El presidente del BBVA, Francisco González, no olvidó recordar ante los accionistas que ha sido en 2003 cuando el BBVA ha comenzado a 'recoger los frutos' del trabajo desarrollado desde hace dos años, periodo en el que el banco cambió de rumbo a raíz de que González asumiera la presidencia única. Pero el banquero tampoco olvidó referirse al consejero delegado, José Ignacio Goirigolzarri, como uno de los artífices de la expansión del grupo en Latinoamérica. Goirigolzarri, que apareció muy relajado, explicó ante los accionistas que, tras 'haber superado con muy buena nota la dura reválida del ejercicio de 2003', este año 'es el del crecimiento para el BBVA'.El consejero delegado reiteró que este crecimiento será orgánico, a través de la generación de negocio recurrente. Aunque también se refirió al crecimiento no orgánico, donde situó la compra del 40,5% del capital que aún no posee el BBVA de Bancomer, y que supone una inversión de 3.300 millones de euros. De hecho, recordó que 'México es el núcleo de la actividad en América y se configura como una de las principales palancas de crecimiento para el grupo'.También apuntó como piezas claves, además de Latinoamérica y España, la banca mayorista. Goirigolzarri, como es lógico, tampoco facilitó previsiones de resultados para este año, pero sí afirmó que el banco se ha planteado 'unos objetivos muy ambiciosos, pero a la vez muy realistas'.El consejero delegado de la entidad financiera finalizó su intervención felicitando al equipo del banco. 'BBVA tiene un equipo preparado, motivado y ambicioso', afirmó.