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CincoSentidos

Los jefes soñaban con ser astronautas

Papá, de mayor quiero ser político'. Si su hijo pequeño le sorprende un día confiándole que ansía una profesión que no encaja con los planes de futuro que le está preparando en la empresa familiar no se preocupe. A los ocho años de edad, la mayoría de los actuales directivos de Europa tampoco soñaba con llegar a ser empresario.

Según una encuesta realizada por la compañía de transporte urgente UPS a más de 1.500 directivos de toda Europa, el 13% soñaba con ser deportista, un porcentaje similar quería ser astronauta y un 9% médico. Hasta ser bailarín estaba en los sueños de los hoy directivos en el mismo porcentaje (un 7%) que la idea de querer llegar a ser líder empresarial. Aunque siempre hay excepciones. Así, por ejemplo, un 10% de los directivos franceses y el 9% de los españoles soñaba con ser empresario antes que ser artista o atleta.

En el extremo opuesto, los ejecutivos de hoy no pensaban de niños en ser arquitecto, ingeniero, político o abogado. Un dato curioso dado que detrás de muchos hombres de empresa hay ingenieros o licenciados en derecho.

Los ejecutivos creen que relacionarse y vivir la vida es la mejor escuela

Cuentan los psicólogos que en el origen de las frustraciones están los deseos insatisfechos. ¿Estarán frustrados nuestros líderes empresariales? Es posible porque cuando se trata de dar consejos a los jóvenes la mayoría opta por relegar a un último plano la necesidad de contar con una formación especializada.

Aprender muchos idiomas y una gran disponibilidad para moverse de un país a otro es, según los directivos, la clave para labrarse un futuro en la empresa. De cara a preparar una trayectoria profesional, los directivos aconsejan a sus alevines que amplíen sus experiencias vitales porque relacionarse y vivir la vida es la mejor escuela.

Asimismo, recomiendan acumular experiencia en varios trabajos, ya sean remunerados o de voluntariado. Y habla la voz de la experiencia. Una experiencia que, por otro lado, tiene un exceso de reuniones de trabajo, jornadas laborales demasiado prolongadas y con viajes de negocio agotadores. Así y por este orden estos son los aspectos que más detestan el 40% de los directivos europeos.

Esta situación no debe extrañar si se piensa que las salas de los consejos de administración de las multinacionales están llenas de personas que de pequeños querían ir de misión a la Luna o estar en una mesa de operaciones.

Pero el mundo de la empresa también da pie a realizar, al menos en cierto modo, los sueños que se tenían en la infancia. Es el caso de algunos directivos como André de Wit de Ikea, Damian Bond, de UPS o Baldomero Falcones de MasterCard Internacional.

Deseos de la infancia que se cumplen

Baldomero Falcones MasterCard El presidente del consejo de MasterCard Internacional lo tenía muy claro: 'De niño quería ser director y organizador', afirma. Aunque se hizo ingeniero de montes, su atracción por el mundo de la empresa le llevó a estudiar también economía y dirección de empresas. 'Esto me hizo optar por este mundo en vez de la ingeniería'.André de wit Ikea Ibérica 'Cuando tenía 8 años quería ser electricista', recuerda este directivo, 'pero mi padre me dejó muy claro que no estaba de acuerdo y me recomendó que estudiara una carrera'. Aunque hizo empresariales, dirige una empresa en la que ser un manitas es un valor añadido. 'Arreglo todo y por supuesto monto mis muebles', reconoce.Damian bond UPS De niño, su sueño era volar y lo ha conseguido. El director general de la empresa de transporte urgente UPS para España y Portugal quería pilotar aviones, aprendió y hoy es una de sus aficiones. También sus estudios -es especialista en transporte y legislación- están relacionados con lo que quería ser de mayor y con su trabajo actual.

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