La batalla por el billete barato emerge tras la crisis en EE UU
Es la guerra y está llegando a territorio inexplorado. El de la primera clase. Aerolíneas baratas de EE UU como Air Tran Spirit y America West han empezado los descuentos en este rentable nicho de mercado en el que hasta ahora nunca los había habido. Pero todo vale. Las aerolíneas grandes se están recuperando de una crisis que comenzó en 2000 se profundizó en 2001 y ahora se ven en la necesidad de competir con las que ofrecen tarifas baratas como Southwest, la más rentable, o Jetblue que controlan el 22% del mercado cuando hace cuatro años este porcentaje era el 16.
Esta es una de las tácticas que las aerolíneas de baja tarifa utilizan una vez que han ganado músculo durante la crisis gracias, entre otras cosas, a una estructura de costes más simple y reducida y a que no compiten en mercados caros como el internacional o hasta ahora el más orientado a los negocios.
Esta estrategia se suma a la de competir en los vuelos costa a costa que ha obligado a las grandes a reducir el precio de los viajes entre ciudades como Washington, Nueva York y Boston, en la costa este y San Francisco y Los Ángeles en la oeste. Estas rutas siempre habían sido muy rentables por ser mayoritariamente de negocios y les permitía a Delta, American y las demás aerolíneas tradicionales compensar bajos precios a destinos turísticos. Aunque les han puesto las cosas difíciles, Delta y sus pares han recortado precios y añadido rutas y aviones allí donde las competidoras baratas actúan. Las grandes tratan de hacer valer sus mejores conexiones y programas de fidelización
Pero entrar en el territorio de Jetblue Southwest o America West es muy caro para estas grandes compañías que ya han hecho un importante esfuerzo por reducir costes para evitar, no siempre con éxito, entrar en suspensión de pagos durante la crisis de la que ahora se emerge. Ahora optimizan y maximizan su flota, añaden más asientos en sus aviones e imponiendo una gestión más informatizada de ventas, es decir, tácticas de bajo coste.
Algunas aerolíneas de bajo precio se resienten. Jetblue, que tiene en marcha una fuerte expansión de flota y rutas, es una de ellas, y aunque sus ingresos crecen su rentabilidad se estrecha.
Siendo los costes de competir en el mismo territorio tan altos, las aerolíneas convencionales han decidido hacerlo con las mismas armas: el bajo coste y dos de ellas han puesto en marcha filiales con estas premisas. Song de Delta y Ted de United. Tampoco aquí es la fórmula mágica. Song se lanzó el año pasado y ya se está revisando su estrategia para recortar más costes. Ted tuvo que reducir sus tarifas antes incluso de que entraran en vigor. Los analistas creen que estas son líneas de bajo p recio solo nominalmente porque carecen de la estructura de costes para serlo al tener casi los mismos de sus matrices.
Ted, una nueva aerolínea que nace de una quiebra
Más que una aerolínea, Song de Delta es sobre todo una prueba para saber si las aerolíneas de alto precio tienen forma de competir con las de bajo. La historia no es muy generosa con este experimento, en 1993, Continental Airlines lanzó Continental Lite para cerrarla en dos años. US Airways también acabó con su Metrojet, tras el 11S. Ahora las cuentas de Song están en revisión, pero eso no ha disuadido a la segunda aerolínea que se lanza en este campo y que no ha esperado ni a ver cómo va la prueba con Delta ni a salir de su propia suspensión de pagos. United puso en marcha el 12 de febrero Ted con la que espera competir con Frontier y Jetblue. Como ventaja sobre Song tiene el hecho de que la suspensión de pagos le puso en posición de negociar con sus pilotos y demás personal rebajas de salarios por lo que los costes serán menores.No es usual que una empresa lance una filial mientras gestiona su salida de la quiebra, pero United, que sufre la competencia de las aerolíneas baratas, en el 70% de sus rutas se vio abocada a esta medida y ahora no puede esperar antes de poner todos sus recursos a funcionar.