Chirac, Blair y Schröder reclaman más reformas
Alemania, Francia y Reino Unido proponen la figura de un vicepresidente de la Comisión que acelere las reformas económicas pendientes para sacar a la UE del estancamiento.
El canciller alemán, Gerhard Schröder; el presidente francés, Jacques Chirac, y el primer ministro británico, Tony Blair, escenificaron ayer en Berlín el liderazgo al que pretenden someter a toda la Unión Europea, ante la impotencia del resto de socios comunitarios.
La cumbre tripartita en la capital alemana, tercera que se celebra en sólo seis meses, comenzó con una reunión en la que participaron los ministros responsables de las carteras de asuntos económicos y sociales, siguió con una entrevista de los tres líderes y terminó con cena de éstos y sus titulares de Exteriores, en las que se hizo público una carta abierta al resto de la UE, proponiendo acelerar las reformas económicas para no dejar en saco roto los objetivos de Lisboa.
Las tres delegaciones tuvieron que hacer frente al descontento provocado en el resto de países por la citada reunión.
La reunión fue vista con recelo por la Comisión y por el resto de socios
'El hecho de que sean estos tres países y no otros los que se reúnen obedece a que se trata de tres economías parecidas' enfrascadas en 'procesos de reformas estructurales similares', dijo un portavoz del canciller Schröder.
Las mismas fuentes insistieron en que es 'absolutamente absurdo' hablar de directorio y señalaron que Berlín no se irrita cuando otros miembros de la Unión forman grupo para defender alguna iniciativa, como ha sido la carta enviada recientemente por cinco países (España Italia, Portugal, Holanda, Polonia y Estonia) al primer ministro irlandés y presidente de turno de la UE, en defensa del Pacto de Estabilidad. 'Cuando algo así ocurre, no nos sentimos excluidos', recalcó.
El presidente francés se vio obligado a hacer una comentario al respecto. 'Es perfectamente natural que los tres países que representan más del 50% del PIB de Europa reflexionen juntos sobre preocupaciones comunes', dijo.
Según la prensa alemana, Berlín, París y Londres desean impedir que en la futura Comisión Europea de 25 miembros, que se formará en noviembre, se diluyan los asuntos que les interesan como mayores potencias industriales de la Unión. Los tres países, sobre todo Alemania, han tenido enfrentamientos con Bruselas por considerar que no tiene en cuenta los intereses de los países más industrializados y contrarresta con excesivas directrices sus esfuerzos reformistas. Desde la Comisión y el resto de países se mira con recelo que los tres líderes se inmiscuyan en la estructura interna de la Comisión.
Carta abierta. En 'grave riesgo' los objetivos de Lisboa
Alcanzar los compromisos fijados en la cumbre de Lisboa para 2010 con relación al pleno empleo y la competitividad se encontraba entre los puntos principales de análisis de la reunión de ayer en Berlín.Tanto es así que después de la reunión del tripartito, se acordó enviar una carta a la Comisión Europea, a la presidencia irlandesa y los restantes socios de la UE, advirtiendo del 'grave riesgo' que hay de no alcanzar los objetivos de Lisboa. 'Si seguimos así, la UE no alcanzará las metas de empleo fijadas en Lisboa y Estocolmo para 2005 y 2010', se insiste.En la misma se propone un nuevo impulso, abogando por reformas estructurales 'más efectivas', sobre todo en el mercado laboral. Para acelerar las reformas, y según se expresa en el documento, los tres líderes propondrán en la próxima cumbre de la UE de primavera, que se nombre 'un vicepresidente de la Comisión, dedicado exclusivamente a las reformas económicas', algo más que un 'supercomisario como venía especulándose en los últimos días. El vicepresidente debería 'poder intervenir en todas las decisiones sobre proyectos de la UE que tengan un impacto sobre los objetivos de la agenda de Lisboa', dice la carta.'Hay que diseñar sistemas sociales flexibles y con capacidad de ajustarse a las necesidades de sociedades cambiantes', añadió Tony Blair, tras la reunión.