Para estar más tranquilos
Los convertibles suponen una manera de invertir en renta variable pero sin estar expuestos al crudo riesgo que ésta representa. La evolución de los fondos que invierten en ellos está ligada, pues, de manera atenuada a la de la renta variable, y no hay más que mirar el gráfico de esta misma página para comprobarlo. En él puede verse cómo el fondo Rothschild evoluciona a lo largo de los últimos tres años.
En este periodo, los dos primeros años son de caída, y el último de recuperación, de las Bolsas. Mientras que los fondos que invierten en éstas -en el caso contemplado, fondos de renta variable europea- caen fuertemente hasta perder más del 50%, los fondos de convertibles -seguidos por el índice Lipper de esa categoría- sólo caen un 15% en el peor de los momentos (marzo del año pasado), y el fondo elegido como ejemplo apenas cae un 5%.
En el proceso de recuperación, obviamente, los fondos de renta variable reaccionan con mucha mayor fuerza, aunque los fondos convertibles lo hacen con el suficiente vigor como para que, al final del periodo, sus pérdidas medias se hayan reducido hasta el 5,7% y el fondo de Rothschild gane un 7,1%. A lo largo de los tres últimos y críticos años, pues, este fondo sólo ha oscilado entre -5% y +7%. Junto con él, y como puede apreciarse en los gráficos pequeños de la parte superior de esta misma página, un fondo de Banif y otro de West AM han tenido una evolución muy favorable en términos de rentabilidad absoluta y, aún más, si se les mide por la rentabilidad efectiva.
Sólo tres gestoras españolas han lanzado este tipo de productos
Sin embargo, y a pesar de sus aparentes ventajas, sólo hay tres gestoras españolas que hayan lanzado este tipo de producto: Santander Gestión de Activos, Inverseguros Gestión y BI Gestión Colectiva. Tampoco parece que sean muchas las que se hayan decidido a distribuir fondos de convertibles de terceros.
A pesar de la escasa afición que tienen los fondos españoles por los bonos convertibles, la emisión de esta clase de activo no ha dejado de crecer a lo largo de los últimos años, situándose los volúmenes emitidos en niveles muy por encima de los 50.000 millones de dólares anuales. Aunque hay que reconocer que los mayores compradores han sido los hedge funds, hasta el punto de que ha habido emisiones de bonos convertibles dirigidas exclusivamente a este tipo de fondos. En conjunto, se estima que en sus carteras están el 70% de las emisiones.