Vodafone empieza hoy a dar servicios de UMTS en España
La operadora británica no ha podido evitar que Telefónica Móviles se le adelantase en el lanzamiento del primer servicio comercial de UMTS en España. A partir de hoy están disponibles las tarjetas duales de Vodafone de tercera generación UMTS, que insertadas en un PC portátil permiten el acceso a alta velocidad a correo electrónico, Internet y redes corporativas.
Vodafone comenzará hoy lunes a comercializar en España servicios de tercera generación (UMTS) con la puesta a la venta de tarjetas que permiten disponer de Internet a gran velocidad en portátiles. Por el momento sólo en ordenadores, los móviles tendrán que esperar hasta octubre. Las llamadas G3 estarán a partir de hoy a la venta en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Zaragoza y Málaga, para extender la oferta en otoño a otras 16 ciudades españolas. El objetivo de Vodafone es que el UMTS esté disponible en todas las ciudades de más de 20.000 habitantes en el plazo de dos años.
Las tarjetas G3 están dirigidas principalmente a empresas, dado que sólo permiten disfrutar de UMTS en un ordenador portátil, al que se pueden extender así las aplicaciones informáticas que habitualmente se utilizan en los lugares de trabajo, como son Internet y el correo electrónico. No obstante, Vodafone prevé que a partir del próximo mes de octubre el UMTS llegue a los móviles, una vez completen las pruebas que actualmente se realizan.
Se le adelantó Telefónica
Pese a que Vodafone se adelantó en el anuncio, fue Telefónica Móviles quien antes puso el nuevo servicio en las tiendas. Nada más conocerse la noticia de la puesta en marcha del UMTS de la británica en España, la filial de Telefónica comunicaba que ella lo tendría a la venta tres días antes que Vodafone. Desde el pasado viernes, Móviles comercializa tarjetas de datos duales que permiten navegar a una velocidad diez veces superior a la llamada segunda generación y media.
Mientras la 3G de Vodafone cuesta 400 euros, Telefónica vende el pack Oficin@ MoviStar UMTS por 500 euros, que además de la tarjeta incluye 150 megabytes para probar el servicio durante tres meses. A partir de ahí, la tarifa es la misma para las dos operadoras y equivalente a la que cobran por el GPRS: el consumo se factura por volumen de datos, a razón de 1 euro por megabyte.