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Crisis

Izar y sindicatos acercan posturas para cerrar la crisis

El viento parece que sopla a favor para resolver la crisis en Izar. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), su único accionista, y los sindicatos acercaron ayer posiciones para firmar un convenio que sirva para abrir la puerta a la viabilidad del grupo público de construcción naval.

El temporal puede amainar. En la reunión celebrada en Madrid, la SEPI, propietaria de Izar, y los sindicatos mostraron su cara más amable y acordaron flexibilizar sus planteamientos, todavía muy distantes.

El boceto de pacto, que permitiría firmar un convenio razonable para las partes y poner posteriormente en marcha un expediente de regulación temporal de empleo que se aplicaría en buena parte de los astilleros civiles, se puede mejorar en la reunión que mantendrán el próximo martes empresa y sindicatos. Las diferencias sobre los planteamientos se mitigan, pero las centrales mantienen, de momento, su calendario de movilizaciones.

La crisis ha provocado que los responsables, tanto de los sindicatos como de la SEPI, se estén empleando a fondo para buscar una solución. El grupo público aseguró ayer que su oferta, todavía por pulir, pasa por mejorar la competitividad de los astilleros civiles, sobre todo Sestao, Gijón, Puerto Real y Fene (A Coruña) y apuesta por fórmulas flexibles de producción.

Las centrales, por su parte, afirman que el ambiente para negociar un acuerdo de convenio 'satisfactorio para todos' se ha oxigenado. A la vez mantienen que sus propuestas de subida salarial no son desorbitadas y que no llegan al 6,8% que asegura la SEPI. Otros temas de fondo como la recuperación de la pérdida del IPC de años anteriores, reducción de la jornada laboral anual y productividades están todavía sobre la mesa.

Donde hay un completo acuerdo es en la necesidad de aplicar todos los mecanismos posibles para dinamizar una cartera de pedidos en los astilleros civiles que soporta una sequía de más de año y medio. Eso sí, las visiones son diferentes. La SEPI afirma que las pretensiones sindicales suponen incrementar un 1,5% el precio de cada barco que se puede contratar y que sus planteamientos limitan su acceso al mercado en condiciones de competitividad. Además mantiene que su propuesta de arbitraje está abierta 'y sigue siendo útil'. Las centrales contraatacan y manifiestan que el grupo público de construcción naval no hace los esfuerzos necesarios para conseguir aumentar su cartera.

Entre tanto, Izar, al menos su división civil, languidece a la vez que ve como sus factorías alcanzan niveles de subactividad desconocidos hasta ahora. El expediente de regulación temporal de empleo, que las partes en conflicto reconocen necesario, podría aliviar, momentáneamente, su crisis y aliviar la deteriorada cuenta de resultados.

Reuniones

Martes próximo. Izar, la SEPI (su accionista) y los sindicatos intentarán limar sus diferencias, todavía irreconciliables a pesar del acercamiento de ayer, y buscar el rumbo para que el grupo público de construcción naval encuentre su hueco en el mercado.

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