La policía fiscal italiana registra la sede de UBS en Milán
La Guardia de Finanzas italiana ha registrado las oficinas milanesas de UBS en busca de vínculos entre Parmalat y la entidad suiza. Las investigaciones se centran en la participación de UBS en una venta de bonos de la compañía italiana en julio del año pasado, valorada en 420 millones de euros.
Los agentes de la Guardia de Finanzas italiana han practicado hoy registros en la sede en Milán de la entidad suiza UBS, dentro de la investigación relacionada con la quiebra del grupo lácteo Parmalat, según han confirmado fuentes judiciales. El registro, ordenado por la fiscalía milanesa, tiene como objetivo conseguir documentación sobre el papel que la entidad financiera jugó en la colocación en el mercado en julio de 2003 de una emisión de obligaciones de Parmalat por un valor de 420 millones de euros.
El nombre de UBS se encontraba en el informe que realizó en enero la sociedad auditora PriceWaterhouseCoopers (PWC), por orden del comisario extraordinario nombrado por el Gobierno para sanear el grupo, Enrico Bondi. Según el informe, la emisión de 420 millones de obligaciones sólo proporcionó 130 millones a las arcas de Parmalat, mientras que el resto, 290 millones de euros, fue utilizado "para comprar el mismo número de obligaciones del Banco Totta" portugués, del grupo SCH. "La devolución de estas obligaciones está vinculada a la solución crediticia de Parmalat y, por tanto, en el caso de bancarrota de los propios créditos del grupo Parmalat, las obligaciones valen cero", explica el informe de PWC.
Parmalat intentó ceder estos títulos en noviembre de 2003 a Banco Intesa, "pero fueron rechazados al depender de la posible quiebra del grupo", señaló a los investigadores uno de los ex directores financieros de Parmalat, Luciano Del Soldato.
En las pasadas semanas la investigación del caso Parmalat ha llevado a registrar las sedes de otras filiales de sociedades de EE UU en Italia, como las del Citigroup y el banco de negocios Morgan Stanley, al tiempo que se han interrogado a directivos del Bank of America y del alemán Deutsche Bank y los italianos Capitalia, Popolare di Lodi y Nextra (Banca Intesa). También a sociedades de calificación de riesgos, como Standard & Poor's, o auditoras de la agroalimentaria, como Deloitte & Touche y Grant Thornton.
El Gobierno italiano descarta el riesgo de despidos en el grupo
Los puestos de trabajo en Parmalat no están amenazados y no se producirán despidos, dijo el ministro de Industria, Antonio Marzano, al lanzar un mensaje de optimismo sobre la continuidad del primer grupo alimentario del país. Marzano se ha reunido con el comisario extraordinario al frente de Parmalat, Enrico Bondi, para estudiar el plan industrial que debe intentar reflotar la sociedad. "Por el momento no existe el riesgo de despidos. Todo el mundo sigue cobrando con regularidad", aseguró tras el encuentro. Marzano explicó que el objetivo prioritario del Ejecutivo es elde salvaguardar el empleo, al garantizar la supervivencia de una firma que es "viable" y cuyos problemas "proceden del sector financiero". La multinacional cuenta con cerca de 36.000 empleados en una treintena de países.
La leche en Brasil, un 7% más cara por la crisis de la empresa
La crisis de Parmalat comenzó a pesar sobre el bolsillo delconsumidor brasileño, que ahora deberá pagar un 7% más queel viernes pasado por el litro de leche en algunos supermercados de Sao Paulo, la ciudad más grande del país, mientras que los productos de la marca comienzan a escasear en los centros de abastecimiento. Parmalat Brasil produce actualmente un 40% del total de lo que producía antes de la crisis y los 20.000 productores lecheros brasileños comenzaron a acumular el producto, después de que el Gobierno del presidente Lula anunciara una línea de crédito de auxilio a través del estatal Banco do Brasil. Según Oliveira, Parmalat registró en el supermercado una caída del 40% en las ventas desde el comienzo de la crisis en diciembre. "A este ritmo, podrían caer un 90%", estimó.