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Política monetaria

La Fed mantiene los tipos aunque no descarta intervenir a corto plazo

No habrá cambios en los tipos de interés. Esta ha sido la decisión de La Fed tras dos días de reunión sobre política monetaria. Así, se han cumplido todas las previsiones, que apuntaban al mantenimiento y a que no se tomarían medidas monetarias inesperadas. Por lo tanto, los tipos de interés continúan en el 1%, su nivel más bajo en 40 años.

Sin embargo, Greenpan eliminó de su discurso la frase que los tipos de interés se mantendrían en ese nivel durante "un periodo de tiempo considerable".

Aún así, la Fed ha afirmado que "puede ser paciente" antes de cambiar su política monetaria que, "junto al crecimiento subyacente de la productividad", está siendo un "importante apoyo" para la economía estadounidense.

Asimismo, ha destacado que la producción se está expandiendo "enérgicamente", y que aunque las nuevas contrataciones permanecen paradas, "otros indicadores sugieren una mejora en el mercado de trabajo".

También ha indicado que la inflación se está manteniendo bajo control y permanecerá en un nivel reducido, y que las posibilidades a favor o en contra de un crecimiento sostenido son parecidas.

Nada más conocerse esta decisión, el euro cayó hasta los 1,2540 dólares, frente a los 1,2631 dólares

registrados antes de la declaración.

Los agentes del mercado sabían que Estados Unidos se encuentra cerca de un punto de inflexión en su trayectoria monetaria, aunque se mostraban convencidos de que no se produciría esta tarde. Estados Unidos obtuvo su mayor tasa de crecimiento anual en casi dos décadas en el tercer trimestre de 2003, un 8,2%, y la cifra de los últimos tres meses del año, que será divulgada el viernes por el Departamento de Comercio, podría rondar un 4 ó un 4,5%, según los analistas.

Además, el mercado de bienes raíces y la construcción siguen en alza, así como las exportaciones y las compras de los consumidores. No obstante, esta expansión rotunda hasta ahora no ha avivado la inflación, como sería de esperar. El Indice de Precios al Consumo terminó 2003 en un 1,9% en EEUU, pero excluidas la energía y la alimentación, que son muy volátiles, alcanzó tan sólo el 1,1%. Los analistas lo atribuyen al exceso de capacidad productiva de las empresas, un legado del boom de finales de los noventa.

El mercado laboral tampoco es una fuente de presión inflacionaria. En diciembre sólo se crearon 1.000 nuevos puestos de trabajo, mientras que un mínimo de 150.000 es necesario cada mes simplemente para seguir el paso del aumento de población. Los economistas apuntan a que tanto la inflación como el empleo reaccionan con retraso al crecimiento económico. Además, la extraordinaria productividad registrada por EEUU, del 9,2%, ha reducido la necesidad de las empresas de contratar a más empleados para responder al aumento de las ventas.

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