Dimon, el hombre fuerte de JP Morgan, echa un pulso a sus ex colegas de Citigroup
Sanford Weill ha encontrado en el que fue su sombra al gran competidor.
James Dimon tomará las riendas del nuevo JP Morgan en 2006, tras aceptar la compra por éste de la entidad que presidía, Bank One, el miércoles. Oficiosamente casi todos los analistas creen que Dimon será el hombre fuerte aunque hasta 2006 no deje el puesto a su favor quien lo es, William Harrison.
Dimon deja Chicago para plantar cara al primer banco del mundo, Citigroup. De hecho, la fusión que acordó con Harrison tiene como objetivo no tanto copiar el modelo de la entidad creada y presidida por Sanford Weill sino poner en marcha el mismo proyecto en JP Morgan, un modelo en el que participó desde el inicio como asistente de Weill.
Dimon se unió al ahora presidente de Citigroup en 1983, tras salir de Harvard y creció profesionalmente con él. Y con él se fue cuando le expulsaron de American Express y acabó en Commercial Credit, una pequeña financiera, donde trabajaba como abogado Charles Prince.
La entidad creció para convertirse en Travelers y en 1998 compró Citicorp. En este trayecto a Weill y Dimon les unió la idea de que la banca comercial, el negocio para el hombre de la calle, era lo más estable.
Pero por el camino las relaciones entre los dos se enrarecían y aunque Dimon se perfilaba como el sucesor, los problemas explotaron cuando éste ganó una promoción sobre Jessica Bibliowicz, hija de Weill. æpermil;sta terminó yéndose de Smith Barney y sólo un mes después de la fusión con Citicorp, Weill forzó la salida de Dimon quien no aceptó más ofertas que la de la presidencia de Bank One en 2000. Un puesto a su medida.
Allí saneó un banco que JP Morgan ha visto necesario para su desarrollo y que permite que el heredero destronado vuelva a Wall Street.
La primera llamada que Dimon recibió tras anunciar la fusión fue de Weill. Ambos habían coincidido antes en la boda de Prince, quien meses antes había aceptado sustituir a su jefe. 'Le agradecí lo que me enseñó', dijo a The New York Times. Dimon le advirtió al maestro que ya eran competencia. 'Si no lo entiende, lo entenderá', dijo.