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Estrategia

General Electric se prepara este año para volver a crecer más de un 10% en 2005

El presidente de General Electric, Jeffrey Immelt, ha prometido que volverán los viejos buenos tiempos. 'Tenemos potencial para futuros crecimientos de beneficios entre 15% y 20%', dijo ayer después de explicar que la empresa, la primera del mundo por capitalización bursátil, ha hecho lo que se comprometió a hacer con los inversores. 'Hemos mejorado nuestra cartera'. Las declaraciones de Immelt se produjeron ayer en una conference call en la que examinó unos resultados anuales netos de 15.002 millones de dólares, un 6% más, y 15.589 millones antes de cambios contables (un 3% más), con unas ventas de 134,2 billones de dólares (un 1% mejores).

Tras echar el cierre a las cuentas del año pasado, se evidencia que ocho de trece negocios de GE cosecharon en 2003 estos crecimientos deseados para el total de la compañía.

El presidente de esta empresa, responsable del 1% del PIB de EE UU durante los tres primeros trimestres del año, ha puesto como fecha para que los crecimientos por encima del 10% vuelvan en 2005. ¿La clave? Dice Immelt que no había visto la cartera de pedidos tan rebosante desde 2000, y en el cuarto trimestre aumentó un 19%. 'El incremento es generalizado con todos nuestros negocios industriales dispuestos a presentar crecimiento', dijo Immelt.

Ocho de sus 13 negocios crecieron a tasas de dos dígitos el año pasado

Además, la tendencia que muestran los resultados del último trimestre de 2003 avala el optimismo de Immelt, aunque él mismo ha mantenido que 2004 será un año de transición en el que los beneficios no experimentarán notables diferencias con los del año que ahora han cerrado. En este último periodo del año, el resultado se disparó al crecer un 47% (4.560 millones de dólares frente a los 3.100 del mismo periodo del año anterior), con unas ventas de 36.900 millones, un 4% mejores. Incluso el negocio de los seguros que el año pasado registró números rojos, por los litigios relacionados con la asbestosis y las reclamaciones de los costes provocados por el 11-S, se ha unido en este trimestre a la bonanza de los demás bajo el paraguas de GE.

'La economía está, definitivamente, mejorando', dijo Immelt ayer, lo que es, sin duda, una buena noticia. Pero, además, el máximo ejecutivo de la empresa ha cambiado, espera que la nueva estructura de la firma, más orientada al consumidor, el gran motor de la economía estadounidense, produzca los dividendos deseados.

En su presentación, Immelt señaló que espera que nueve de los 11 negocios en los que la compañía está reestructurada ahora registren los deseados crecimientos de dos dígitos este mismo ejercicio. Locomotoras y motores para aviones, un área beneficiada hasta ahora por los recortes de costes y no tanto por el aumento de las ventas, experimentarán un fuerte crecimiento. Tal y como lo ha hecho ya en el cuarto trimestre la química de especialidades, las finanzas para el consumo y los negocios de equipamiento médico.

Precisamente la estrategia de Immelt, que sustituyó a Jack Welch al frente de la presidencia en septiembre de 2001, pasa por salir de los seguros, poco rentable (algo que empezará a hacer este ejercicio con la venta del 30% de su filial Genworth), y centrarse en medios de comunicación, con la compra de los activos de Vivendi Universal este año por 5.500 millones, que suma a su cadena NBC.

La sanidad es la otra gran pata en la que construir el fortalecido crecimiento de este gigante que está invirtiendo 12.000 millones en la compra de compañías médicas como la británica Amersham y la finlandesa Instrumentarium.

Un sillón muy alto

Jeffrey Immelt llegó al sillón de mando de GE a finales de 2001, el año en que la empresa empezó a registrar un envidiable crecimiento del 7,45% cuando la economía tiraba hacia abajo. No era lo que la GE dirigida por Jack Welch tenía como norma. La orientación pro consumidor y un renovado crecimiento le permiten probarse ante quienes echan de menos a Welch.

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