El cine español reacciona contra la invasión americana
Pedro Pérez, al ser nombrado presidente de la Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales Españoles (Fapae), en octubre pasado, aseguró que no iba a pronunciar la palabra crisis para hablar del cine español, porque la clave era el consenso. De momento, su labor ha hecho honor a sus palabras. No se habla de crisis y el consenso es un hecho. La práctica totalidad de los agentes de la industria se han puesto de acuerdo y han consentido en regalar su trabajo con el fin de hacer posible una de las primeras acciones que emprende el cine español frente a la avalancha del cine americano.
Lo primero que se planteó Fapae fue utilizar el instrumento más eficaz de promoción: la publicidad. Seleccionó una agencia, Sra. Rushmore, y la involucró en el proceso. Sra. Rushmore se prestó a trabajar en la idea creativa y a escribir los guiones. La idea fue la de proteger nuestra propia identidad cultural frente a la imposición de otras culturas, especialmente la americana, explican fuentes de Fapae. Se escribieron tres guiones. Los tres ironizan sobre el absurdo de haber adoptado en España símbolos americanos que aquí no significan nada. Halloween; la forma exagerada de saludarse de algunos americanos y el béisbol son los tres iconos de la cultura americana que utiliza la campaña.
Fernando Colomo y la productora Ovideo rodaron la película que transcurre en una parada de taxis, en la que una pareja de taxistas se saluda con toda una serie de contorsiones y piruetas de manos y piernas, ante un grupo de colegas que ni se inmuta con el espectáculo. 'Buscamos una serie de actores poco conocidos que diera el perfil del taxista madrileño, comenta Colomo, quien afirma que la película se ha rodado como cualquier spot, con los mismos medios, aunque la sensación que teníamos todos es que estábamos haciendo algo nuestro, como si rodáramos un corto'. Manuel Gómez Pereira fue el encargado de rodar la película de Halloween, producida por Continental, y Martínez Lázaro, con Pirámide, rodó la de béisbol.
El proyecto contó desde el principio con empresas relacionadas con la cinematografía que estaban dispuestas a proporcionar material y trabajo y también con un patrocinador, Mahou, que destinó al proyecto un presupuesto cerca de un millón de euros, con que se financia el plan de medios, que se ha encargado a Media Planning.
Un negocio por reactivar
Llevar al español al cine La desproporción que existe entre el mercado de cine patrio y el extranjero es muy notoria. En el año 2003, las películas españolas recaudaron alrededor de 84,5 millones de euros, mientras que las extranjeras ingresaban 425,3 millones. Ambas cifras eran inferiores a las de un año antes, cuando las españolas ingresaron 85,4 millones y las de fuera, 540,4 millones. La venta por paquetesEl cine español, según Fapae, atraviesa un momento delicado, entre otras razones, por la actuación que observan las distribuidoras de cine americano y la política de los propietarios de las salas. Las grandes distribuidoras venden las grande películas en paquetes con cuatro o cinco títulos menores, que también se exhiben, lo que resta posibilidades a las españolas.Las subvenciones, un respiroUna de las quejas más reiteradas por la industria del cine es la falta de ayudas estatales. En el año 2003 se invirtieron 300 millones de euros en producciones españolas y se logró una subvención del 14%, aunque no se había desembolsado en su totalidad, ya que el Fondo de la Cinematografía mantenía una deuda con las productoras de 33 millones de euros.