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CincoSentidos

Una demanda contra el tour más poderoso

Casi nadie había oído hablar de Greg Kraft, un modesto golfista profesional estadounidense que hace 39 años nació en Detroit. Citar su nombre en la sede del PGA Tour, en Ponte Vedra Beach (Florida) es como mentar al mismísimo diablo.

Y es que Greg Kraft acaba de demandar al circuito más poderoso del mundo después de contraer una infección a causa de los fungicidas empleados en uno de los campos en los que se jugó un torneo del tour. La denuncia se basa en la falta de información del circuito americano a sus miembros sobre la posibilidad de contraer enfermedades causadas por los productos químicos utilizados en la conservación de los campos.

Kraft padeció unas extrañas fiebres tras la disputa del Tucson Open el mes de febrero de 2002. Según el abogado del jugador, Leonard Decof, 'el PGA Tour tiene una responsabilidad con sus jugadores, ya que éstos deben estar informados de si existe algún tipo de peligro que pueda afectar a sus vidas'. Otro de los afectados por la demanda es la empresa Ommi Hotels Management Corp., en cuyo campo se jugó el torneo.

Kraft, que esta temporada ha finalizado en el puesto 220 de la lista de ganancias que ha encabezado Vijay Singh, ha obtenido 71.756 dólares, por lo que perdió la tarjeta que le da derecho a militar en la primera liga del golf estadounidense. Pese a presentar un informe médico para que se le prorrogara la carta, el circuito americano rechazó tal posibilidad. Ahora serán los tribunales quienes decidan.

Los abogados de las partes implicadas trabajan ya en la demanda de Kraft. Existe un riesgo si hay negligencia en el tratamiento de los campos de golf. En el torneo en el que presuntamente se contagió, el Touchstone Energy Tucson Open que terminó el 24 de febrero de 2002, Kraft terminó en una destacada sexta posición que le reportó el mayor premio que hasta ahora ha conseguido en su carrera, 84.562 dólares. Desde entonces participó en otros 25 torneos, pero falló el corte en 18 de ellos, un número exagerado que el golfista atañe a las fiebres que padeció y que minaron su capacidad.

En España

El caso de Kraft también podría haber existido en España. El pasado verano, la Agencia Catalana del Agua (ACA), con el apoyo de la Consejería de Medio Ambiente de la Generalitat de Cataluña, propuso que los campos degolf catalanes fuesen regados con agua procedente de depuradoras. Sin embargo, los análisis efectuados en las depuradoras daban una bajísima calidad del agua. Fue la Consejería de Sanidad quien frenó la iniciativa al advertir que el uso de estas aguas podría causar infecciones a los jugadores.

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